Lo Cotidiano. Carmen Carmona en el Alcázar de Sevilla

Una cámara de móvil, filtros y una mirada aguda del entorno, eso, nada más y nada menos, nos propone Carmen Carmona en su exposición del salón Alto del Apeadero del Real Alcázar de Sevilla que se podrá ver hasta el próximo 25 de Abril, Lo Cotidiano.

Objetos y seres vivos, plantas, pájaros, que cobran protagonismo al agigantarse y exponerse en solitario. Enseres cotidianos en los que apenas nos fijamos a veces pero que, debido al tiempo extraño de confinamiento que nos ha tocado vivir, se revelan como entes cercanos que conviven con nosotros, que nos rodean. Carmen los dimensiona, les da protagonismo, mostrando su naturaleza singular.

Todo ello desde la mirada a través de otro objeto tan cotidiano y cercano, de hecho siempre pegado ahora a nosotros, como el teléfono móvil. Fotografías donde cierto pixelamiento en la resolución cercana de las imágenes, sustituye a aquellas pinceladas sueltas de los impresionistas, como podemos ver en un “Homenaje a Monet” donde de cerca vemos esa amalgama colorista que, al irnos separándonos del papel impreso, nos muestra nítidamente la imagen captada. Unos pixeles en multitud de tonos verdes y morados, se convierten en unas atractivas berenjenas en un peculiar canasto transparente.

El trabajo de Carmen Carmona nos hace recordar a la interesante artista Viki Ferrer - Dalmau y sus originales fotos, si bien la barcelonesa quiere captar el gesto humano, revisemos su interesantísima serie sobre Mujeres en la vida cotidiana, la visión parcelada de la figura, gestos de manos al tomar una copa, unas piernas cruzadas, un gesto parcial, Carmen lo hace poniendo en primer plano, impresionante ese “Chupete azul”, al objeto, desnudo y protagonista absoluto.

A veces, diferentes versiones del mismo retrato, jugando con filtros y colores, nos hacen recorrer desde la realidad hasta una visión más poética del mismo objeto, contundentes colores o texturas más suaves y evocadoras. Un recorrido que nos llena de paz, nunca inquietante, pues su tono poético puede hablar de intimidad pero siempre subyace un anhelo de esperanza y alegría.