Silvio en Costa Delicias
Lo de Reyes no lo voy a contar aquí. Lo de Silvio tampoco
tiene mucho que contar, si no es nada menos que el haber echado unas copas y
unos cigarrillos con el mítico roquero sevillano. Hablar hablamos poca cosa,
creo yo. El hombre, pitillo siempre entre los dedos, le daba al coñac,
nosotros, una vez superada nuestra época de Larios/Rives con cola, creo que ya
nos habíamos pasado al ron. Noches de primavera verano, no la recuerdo cálida,
bueno, supongo que tampoco acabamos para recordar muchas cosas.
Tuvimos un segundo episodio con Silvio. Pero esta vez la
protagonista fue su no presencia. Nos dimos prisa por llegar a un concierto que
daba en el Prado, cuando lo de Cita en Sevilla. Íbamos tarde porque habíamos
comido no sé dónde y nos enredamos en la sobremesa. Esas sobremesas largas de
antaño, por favor, que morriña. La cosa es que el personal estuvo esperando al
divo más de una hora, hasta que se informó a la parroquia que el cantante no comparecería,
no estaba en condiciones, una indisposición repentina, obviamente, y nos
quedamos sin concierto ese día. Las cosas de Silvio. Así que seguimos la noche
por nuestra cuenta, claro.
Nada menos que veinte años de su marcha al cielo de los
roqueros. Música de oro y vos, “siento tanto amor para ti, que no entiendo cómo
te amo yo” y las guitarras de Sacramento. Spanglish trufado de italiano.
Surrealismo rítmico, que dan ganas de coger un botellín helado de Cruzcampo y
apurarlo hasta que te llegue el frío al culo.
Silvio le cantó a Las Criaturas antes que Lopera. “Con
arrimo y sin arrimo, todo me voy consumiendo”, que ya hay que tener arte para
meter a San Juan de la Cruz por ese swing. Nos vamos consumiendo colega, nos
vamos consumiendo. “Tan solo miúsica respondirá di me”. Aquí, al sur de la
Gran Bretaña.
“Me voy que allí lo veré todo. Yo sé que tú también vendrás......por eso yo me voy junto a vos".
Yo también me quedé esperando a Silvio ese día. Qué buenos tiempos aquellos de Cita en Sevilla. Buen, post querido Javier.
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