La edición original de este libro, publicada en francés en
Les
editions de L’instant meme, es de 2021.
François Blais, su autor, decidía poner fin a su vida en Mayo de
2022, a los 49 años. Sensible, con gran sentido del humor, original, muy
imaginativo, las dos obras de este escritor canadiense, francófono, que he leído,
ambas publicadas por
Barret, me han proporcionado ratos de
amena y divertida lectura. La primera fue
“Documento
1”, de la que publiqué reseña en este mismo blog:
https://nuevaclaridad.blogspot.com/2021/04/documento-1-un-juguetito-literario.html
Acabo de terminar “Lo
único que le interesa a la gente”, y mis sensaciones no solo corroboran lo
que ya descubrí en la anterior novela de Blais, sino que acrecientan mi interés
por el prematuramente desaparecido autor. Una obra que podríamos calificar de
ciencia ficción, ya que se refiere a un futuro, no muy lejano, con ciertos
avances técnicos, dentro de un panorama mundial que sutilmente va desbrozando
el autor, donde este realiza un fino ejercicio sociológico, incluso filosófico,
no exento de ironía y, habitual en él, un sensible sentido del humor.
Analizando la obra desde la perspectiva de ser la última
escrita por Blais antes de suicidarse, el texto puede darnos pistas sobre
algunas pautas mentales que llevaron al autor a tal fatal decisión. No quiero
desentrañarles nada del relato, por ello me limitaré a las parcas impresiones
aquí reflejadas. Lo que si les animo es a la lectura del libro. No esperen de
la narración un texto oscuro y pesimista, aunque subyace algo de ello en el
trasfondo de todo, y aquí me muerdo la lengua de nuevo para no desvelarles
sucesos decisivos del final de la novela, sino un texto ágil, en cierta forma
divertido y, en cualquier caso, entretenido y bien escrito, con mucha, repito,
imaginación y capacidad para recrearla.
Un libro muy interesante que no necesita de quinientas o más
páginas para plasmar la historia, apenas doscientas son más que suficientes, no
como otros tochos a la moda donde, si quitáramos la paja, hay libros que se
quedarían en casi nada sustancial. En “Lo
único que le interesa a la gente” todo es grano. No se lo pierdan.
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