Advertencia: En
unos días saldrá un artículo mío en
Diario
de Sevilla, titulado: “
La neotaberna
sevillana”. He de decir que se escribió antes de mi primera visita a
Taberna Zurbarán.
Prólogo: Aclaro
que este artículo responde a una visita nocturna, por lo tanto he dejado el esperanzador
apartado “guisos caseros” de la atractiva carta de tapas/raciones de Zurbarán
para una (espero) próxima visita de mediodía. De aquí lo de 1ª parte.
El meollo:
Taberna Zurbarán es un sitio de puta
madre. Así, sin anestesia ¿les parece mal la expresión? Qué le vamos a hacer.
Vale, me explayo un poco: servicio fantástico, tapas ricas y carta de vinos
superior para lo que se despacha hoy día. Un plus (como dirían en Elle Gourmet)
la decoración, esto merece un detenimiento.
Ambiente: Bonitos
azulejos sevillanos de tipo renacentista en el friso. En la parte superior
trabajos de marquetería que alternan el color madera con un elegante verde
carruaje. Techos de vigas con entrepaños de azulejo y una parte de bovedillas.
El local es amplio, un antiguo bar de esos de Cuéntame, ya saben, años setenta,
barra de inox y amplia carta de tapas tradicionales. Un detalle importante, los
tres cuadros inspirados en las santas del pintor extremeño que da nombre al
local y que se conservan en el Museo de
Bellas Artes de Sevilla. Fíjense en el gran mueble detrás de la barra.
Comiendo y bebiendo:
Empecemos por lo segundo. Fría
Cruzcampo
de grifo para acompañar una excelsa
Ensaladilla
de gambas. Para lo demás,
Cepa
Gavilán de Bodegas Viña Pedrosa (D. O. Ribera de Duero), por cierto, un
toque a los amigos del
Grupo Tribeca –
Cañabota, ribera (de río) es con B. Bueno a lo mollar: Fantástica
Morcilla de arroz y huevo de codorniz.
Algo que no a todo el mundo le gusta pero que a mí me chifla y en
Zurbarán lo bordan:
Pincho de riñones de cordero y panceta. Otro
pincho, el
Pincho moruno, a ver, como
le dije al amigo
Jaime Guardiola, el
pincho de cordero en sí está bueno, aparte que su forma tenga connotaciones
freudianas, pero moruno, moruno, no es que sea, le falta ese adobo de aliño tan
especial un poco picante de esta tradicional receta con pimentón. Se me olvidó
el pincho con una extraordinaria
Pechuguita
de codorniz sobre pan con pimientos asados (y caramelizados diría yo) con
un sutil
velo de
panceta por encima que redondea la jugosidad y gran sabor del
bocado, ojo, no está en carta, esperemos que lo dejen como un clásico
imprescindible.
Remate:
Tocino de cielo que me llevó
verdaderamente a las puertas del paraíso, para los ortodoxos, no lo acompañé de
Jerez, que los tienen y buenos, sino
de
Cava, yo soy así. Por cierto,
terraza en plazoleta peatonal bajo los naranjos, no ni ná.
Taberna Zurbarán
Plaza de Zurbarán, 2
SEVILLA
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