Los Caracoles. Don Matteo

Es lo mismo, pero con nombres muy distintos. Los Caracoles, Don Matteo. El tipismo sevillano, el nombre italiano heredado de la antigua pizzería que era la parte grande de este fantástico bar restaurante, de tapas y platos. Un lugar, ya he escrito de él varias veces, peculiar en cuanto a su estructura: magnífico bar de variadas y suculentas tapas, restaurante de platos con materia prima excelente y gran carta de vinos, bodeguita de ambiente acogedor y sevillanísimo, cómodo y amplio comedor de estilo moderno y hasta barra para disfrutar de una bien tirada cerveza mientras se ve el trajín de la cocina. 

Malika y José Antonio llevan la industria como un reloj. Ni siquiera los llenos prenavideños, con sus grupos numerosos y jaraneros, arredran a un servicio siempre diligente, atento y profesional. Las cosas salen rápidas y están siempre pendiente de uno. La amabilidad del propietario, su exquisito trato al cliente y, como diría un “moro” de una novela de guerra de Pérez Reverte, José Antonio “sabe manera”, supongo que eso crea escuela y da ejemplo a la numerosa plantilla.

La cita de esta vez fue una especie de menú degustación donde pudimos degustar algunas de las opciones de la siempre bien nutrida carta de sugerencias de la casa, esa tira de papel ya clásica con una buena nómina de platillos que te hacen dudar de qué pedir. El nivel suele ser alto y equivocarse no es aquí una opción probable.

No podía faltar el Hojaldre de muerte por foie. Siguiendo las sabias recomendaciones de José Antonio Zaragoza, unas pardinas con colitas de langosta y un arroz con castañitas y gambas, el primero untuoso, como tiene que estar un guiso, con sabor; el arroz en su punto, igualmente con sabrosura respirando mar.

También me dejé guiar con el vino, José Antonio siempre tiene alguna novedad que descubrirte, en este caso un blanco seco montillano: MIUT L’Assemblage 2021 de Toro Albalá, uno de sus blancos de paraje, a pesar de su nombre afrancesado, un Pedro Ximénez seco que respira albariza, albero, velo de flor, frutas de hueso y la verticalidad de un vino potente típico de los pagos de Moriles. 

El festival continuó con un tartar de atún rojo con aromas trufados y un delicado steak tartar al que le sentaba muy bien la cebolla morada picada. Culminamos: Fresco pez espada al amontillado con unas muy ricas patatas panaderas, y de postre… unos níscalos con foie coronado por un majestuoso huevo frito. Esta vez ya no había espacio para dulcería, y me pesa porque el postre dulce es coronar una comida como se merece, queda pendiente, porque lo que es seguro es que volveré, que dijo MacArthur en Filipinas.

Bodeguita Los Caracoles Tapas

Calle Juan Pablos, 18 (El Porvenir)

1013 Sevilla