Vinos del Bajo Alentejo en el Consulado de Portugal

Dentro de una semana llena de actividades, la noche del miércoles 13 ha tenido lugar en el Consulado de Portugal en Sevilla, un acto en torno a dos bodegas de la región del Alentejo del vecino país. La cata ha tenido la particularidad de mostrarnos a dos mujeres como símbolos del trabajo de dichas bodegas. Una, Susana Correia, Directora de Producción de Herdade Figueirinha, aunque el propietario, hombre él, también andaba por el acto. La otra, María Uva, apropiado apellido, para la representante de la bodega familiar, junto con sus hermanas, Herdade Mingorra.

Antes de pasar al vestíbulo del Consulado, donde se habilitaron unas mesas para probar, ya de manera relajada y con la posibilidad de charlar con las bodegueras, los vinos en cuestión, se realizó una presentación en el bello salón de la primera planta. La bienvenida corrió a cargo de la cónsul de Portugal en Sevilla, Cláudia Verena de Spínola Boesh

Tras ella varias intervenciones por representantes de distintos organismos alentejanos como la Câmara Municipal de Beja y la Entidad Regional de Turismo Alentejo Ribatejo, algunas de las intervenciones exclusivamente en portugués, con lo que fue difícil seguirlas. Por cierto, se entregó una bolsa a los invitados con diversa documentación promocional, folletos y guías, el referente a la cata ‘Vinos de mujer’ con una deficiente traducción al español y una muy discutible teoría feminista de la historia. 

Durante el acto de presentación y cerrándolo, antes de pasar al cóctel, hubo una actuación de música alentejana, que nos tajo todo el sabor de ese fondo melancólico y romántico del fado y de los ritmos portugueses. Ciudadanos lusos presentes que se animaron al final de la noche con unos entrañables cantos corales.

Susana Correia
En cuanto a los vinos, tuvimos ocasión de probar cinco de los que ambas bodegas elaboran. Dos blancos, uno por cada bodega y otros dos tintos, también elaborados y criados por las dos bodegas citadas. Blancos frescos y agradables y tintos correctos.

Por parte de Herdade de Figueirinha, bodega fundada en 2009, tuvimos ocasión de probar su blanco madurado en tinaja de barro, sistema tradicional de la subregión del Bajo Alentejo, un blanco fresco y ligero, sin más complicaciones. Su tinto se llama Cantando, un crianza 2020 con seis meses en roble francés, también calificado como vino regional alentejano, muy fragante en nariz pero menos atractivo en boca, donde presentaba cierta aspereza, más me gustó el tinto joven que pudimos probar en el cóctel posterior, su nâ te rales 2020. 

María Uva

Herdade Mingorra por su parte nos presentó el Mingorra Blanco, más frutal y chispeante, muy a la moda actual de blancos jóvenes muy afrutados, fácil de beber. Su tinto, Mingorra Reserva 2020 con un coupage de uvas Touriga Nacional, Syrah y Alicante Bouchet, muy redondo y agradable.

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