Niepoort, la otra cara de Oporto
Es que debe de ser complicado para un bodeguero cuya familia
lleva negociando con grandes vinos de Oporto desde 1842, que al niño le dé por
vinos jóvenes, frescos, de alta acidez, casi los vinos caseros, y sin el casi,
que los agricultores hacían cada año para su consumo familiar. Vinos de la
región portuguesa de Douro,
prolongación natural del Duero español, con esos espectaculares viñedos en
terrazas escalonadas sobre el lecho fluvial y, no olvidemos, donde crecen las
uvas que luego maduraran como vino fortificado en las bodegas de Oporto.
Centrándonos en los vinos, digamos que hay tres parámetros que definen los de Dirk Niepoort, que por cierto tuvo el detalle de entrar unos minutos por video conferencia al final de la cata. Esos parámetros son: frescura, buena acidez con bajo grado alcohólico y larga permanencia en botella antes de salir al mercado. Así lo probamos en su Piu Piu Petnat de la bodega alemana FinWine, fruto de la colaboración de Niepoort con Philip Kettern. Blanco ligero y floral, un 100% Riesling de la zona de Mosel. De la misma uva y zona, dentro de lo que se denomina en el grupo proyecto Nat Cool, esto es, vinos sencillos y rústicos de consumo más inmediato y con botellas de 1 litro, el Drink Me (nombre también común a varias etiquetas) un blanco ligerito. El más interesante, para mí y creo que para todos los presentes, de este lote, es el FIO Socalcos, un blanco alemán de nariz más profunda, floral con un fondo levemente cremoso que le aporta su crianza en fudres viejos de madera (Dirk es un tanto reacio a las maderas nuevas), aunque sigue siendo un vino fácil de beber, fresco, pero con más profundidad y volumen.
La variedad y mezcla de hasta 80 varietales en los viñedos
tradicionales del Douro, nos da vinos característicos como el Redoma Douro 2023, con esa buena acidez
marca de la casa, las pizarras y granitos de los suelos de la zona, dan
frescura mineral a este blanco. El Nat
Cool Bairrada (una interesante comarca vinícola portuguesa) es el primer
tinto que llega a las copas. Un monovarietal de Baga, la reina de Bairrada, que
nos muestra una capa muy baja de tonos rojizos, manteniendo las características
fundamentales de los blancos, buena acidez, ligereza y un tono de vino casero
rural con un toque de sofisticación. En la misma línea el Nat Cool Dao, comarca vecina de la anterior, elaborado a partes
iguales con Baga y Jaén (Mencía), ligero, fresco y muy fácil de beber. Nat Cool Navarra 2021 es otra
colaboración de bodegas, en este caso con la navarra Viña Zorzal, para elaborar este ligero tinto de garnacha, algo más
intenso de color que los anteriores, donde nos acercamos un tanto a gustos más
frecuentes entre nosotros, como sus notas de fruta roja.
Solo 600 botellas para España salen al mercado de Conciso 2021. Lo probamos en avanzada
(tipo de comercialización que consiste en comprar el vino en bodega, antes de
que se termine su crianza, con lo que se consiguen precios más económicos, como
dijo con precisión la sumiller Ruth Rosique en la cata: “como comprar un piso
sobre plano”) Baga y Jaén de Dao con 22 meses de crianza en fudres viejos. Más
serio en nariz, con notas de guinda en licor sobre tostados del roble, aunque
en boca tiene ese algo acuoso de los vinos catados y cierta añejez al final.
Charme 2023 es otro nivel. Un tinto de Douro, al estilo borgoña según Ana Osorio, que creo fue el favorito de la cata (Oporto aparte) de la mayoría. Un vinazo cuya uva se pisa en lagares abiertos, son pies de cuba de oportos. Una muy elegante nariz con notas de madera y frutas rojas maduras. En boca es sutil, elegante, suave y envolvente, con unos recuerdos de caramelo de violetas con toque balsámico, fruta roja de nuevo, fresco y frutal, largo. Lo que pasa es que hablamos ya de vino de cerca de 100 euros (precio distribución) de la botella. Como el siguiente. Batuta 2020 (Douro) Si Charme es el borgoña, este es el burdeos de la bodega. Más rojo, con larga maceración de hollejos. En nariz fruta madura. Con más tanino en boca.
Tres exquisitas propuestas para ir terminando la cata. Un
oporto por lo menos era inexcusable, y que mejor que un Niepoort Colheita 2012, la grandeza de los vintages. Precioso color ámbar brillante. En nariz la avellana
americana y barnices finos de maderas elegantes, fondo de pasas y orejones.
Denso y fino en boca, tabaco, pastilla de café con leche, frutas pasas. Elegante
y larguísimo, expresando la personalidad de esta bodega para los vinos
tradicionales de Oporto.
Una singularidad: CabiSehrNett
100% Riesling de Mosel. Otra colaboración con Kettern, en este caso para un
blanco dulzón que nos trajo recuerdos de heno y herbáceos, con notas
azucaradas.
Y para finalizar la cata, otra colaboración, esta mucho más cercana para nosotros, la de Niepoort con la sanluqueña Bodegas Barbadillo, para presentarnos una Manzanilla Niepoort de singular vestido, procedente de tres botas seleccionadas y donde Dirk Niepoort ha querido seguir buscando el efecto de los vinos jóvenes, pretendía una manzanilla con menos de dos años, cosa que no permite el Consejo Regulador. No obstante, nos ofrece una manzanilla densa, mantecosa, muy buena.
Me fio mucho del regusto que voy paladeando en el camino de
vuelta tras asistir a una cata y he de reconocer que las sensaciones que
quedaron en mi memoria gustativa tras esta cata de Niepoort han sido excelentes. Y la organización de Delatierra, como siempre, perfecta.
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