Le Corbusier en Sanlúcar de Barrameda. La irrealidad más verdadera.
Charles-Éduard Jeanneret-Gris, conocido como Le Corbusier, fue un importantísimo arquitecto nacido en Suiza en 1885 y muerto en Francia en 1965. Vivió por tanto, toda la eclosión de las vanguardias artísticas del siglo XX y participó en ellas como uno de los más innovadores y creativos arquitectos de dicho periodo, que además cultivó casi todas las disciplinas artísticas.
El jueves 15 de Mayo se inaugura en la Fundación Valentín de Madariaga de Sevilla, una excepcional exposición, asistí a una presentación previa especial para la prensa la mañana del martes 13 (lagarto, lagarto), y realmente quedé impactado por el despliegue de originalidad y creatividad del artífice de la muestra, Dionisio González.
Le Corbusier
visitó cuatro veces España, donde no hay ninguna obra suya. Nunca estuvo en Sanlúcar de Barrameda, pero los “factoides”
(hechos que se parecen a lo real pero no lo son) fruto de la creatividad de Dionisio González, nos pueden transportar, como él mismo dice: a “no verdades que
pueden traer más realidades que la misma verdad”. “Importa la intención, no la
verdad o la mentira de los hechos”, parafrasea el artista las palabras de Jean Paul Sartre. Una realidad
inventada donde Dionisio González, me adelanto un poco al recorrido de la
exposición, culmina con unos diseños antropomórficos que harán las delicias de
los amantes del arte contemporáneo en general y a los “lecorbusianos” en
particular.
A través de diversas técnicas artísticas que incluyen desde la fotografía, el dibujo, el diseño computacional, hasta la Inteligencia Artificial, González, en colaboración con el comisario de la exposición, Paco Pérez Valencia, construye una bien trabada historia que bien podría ser un libro ilustrado. De hecho la muestra, sobre todo en los diseños de las máscaras multicolores y diversos diseños de viviendas futuristas, encandilará a los aficionados a aquellos comics como CIMOC o 1984.
Podríamos dividir el discurso lecorbusiano de Dionisio González en tres partes. Primero la
creación de documentos del creador suizo que incluyen fotos junto a diversos
protagonistas de la época, cartas autógrafas del mismo Le Corbusier (en realidad
realizadas por González) y un discurso, coherente y creíble, del proyecto
sanluqueño, que culmina genialmente con el video que se muestra en una sala
especial para su visionado, donde podemos escuchar al mismísimo Le Corbusier,
con su características gafas redondas y su pajarita.
Por último, los citados dibujos, pinturas y diseños de la
última sala, que reflejan los estilos vanguardistas propios de la época
referida, donde Dionisio González se ha esforzado por reflejar el estilo de
dibujo propio de Le Corbusier. Paradójicamente, la relación de Le Corbusier con
el mar, reflejada en su último refugio, la cabaña en la costa de
Roquebrune-Cap-Martin, terminó con su muerte en ese mar Mediterráneo francés,
mientras nadaba.
La magnífica exposición montada en las salas de la Fundación Valentín de Madariaga, se podrá visitar hasta el próximo 31 de Julio.
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