Arte y Naturaleza. Interesante exposición en CaixaForum Sevilla

Desde que el hombre prehistórico nos dejó impresa sobre la piedra la huella de sus manos y después, con mayor destreza técnica, las impresionantes imágenes de bisontes o ciervos en cuevas como las de Lascaux o Altamira, la Naturaleza en sus diversas formas de vida y paisajes, ha estado unida a la creación artística en todas las vertientes de esta.

Hasta el 7 de Septiembre se puede visitar en las salas de CaixaForum Sevilla, la exposición ‘Arte y Naturaleza. Un siglo de biomorfismo’, que nos muestra un recorrido por los últimos cien años de creación artística, desde la eclosión de las vanguardias en el primer cuarto del siglo XX, hasta el arte más actual donde intervienen, además de las tradicionales técnicas de producción, otras tremendamente actuales, como las instalaciones, impresión en 3D y el empleo de nuevos materiales. Una exposición organizada con la colaboración del  Musée National d’Art Moderne – Centre d’Art Georges Pompidou que aporta las ochenta piezas de tan interesante muestra. 

Con piezas de autores tan representativos del arte contemporáneo como, entre otros,  Picasso, Miró o Kandinsky en pintura. Piezas escultóricas de por ejemplo el español, Julio González, la delicadeza orgánica de un Jean Arp, las estructuras livianas y metálicas de Calder o las creaciones siempre inquietantes de Alberto Giacometti. Incluso diseño de mobiliario, como un sillón del influyente arquitecto finlandés, Alvar Aalto. La exposición se articula en cuatro espacios que nos llevan desde el descubrimiento de la vida microscópica, en paralelo a los avances científicos de los siglos XIX y XX y que tanto influyeron en los surrealistas, hasta la preocupación que ese mismo avance científico e industrial ha creado en torno a la conservación y alteración perjudicial de nuestro mundo.

Como se señala en los paneles de textos explicativos de la muestra, desde la década de 1930 el biomorfismo  impregna el conjunto de la creación artística más actual en la Europa del momento e incluso más allá del viejo continente. Mundos a veces tan evocadores y oníricos, como esos paisajes surrealistas de Yves Tanguy, que tanto recuerdan a mundos dalinianos, también ese ambiente como de seres microscópicos de Joan Miró. La figura humana está presente también, como en las cinco piezas de Pablo Picasso que, ya por sí misma, hacen que merezca la pena la visita. Reseñables también, en cuanto a lienzos se refiere, una muestra pictórica del arquitecto Le Corbusier, un cuadro de Kandinsky, una interesante muestra de la obra de la pintora estadounidense, Georgia O’Keeffe o un gran cuadro del pintor italiano, Alberto Magnelli

La fotografía y el cine cobran también protagonismo en la creación artística del siglo XX y aquí podemos contemplar pequeños cortos en blanco y negro, como la curiosa creación del neozelandés, Len Lye de 1929 llamada Tusalava, que nos muestra su trabajo en el campo de la animación experimental. Cine documental en otra pieza corta, centrada en la pesca de langostas en el mar, por parte del fotógrafo y pintor húngaro, László Moholy-Nagy, profesor de la trascendental, para la historia del arte contemporáneo, escuela alemana de la Bauhaus.

La aparición de la abstracción modifica de alguna manera la vinculación de arte y naturaleza, aunque esta sigue influyendo en los diseños de los artistas, subyaciendo en muchas de sus obras ese mundo orgánico en una u otra medida. Así se muestra, por ejemplo, en el colorista cuadro de Jean Dubuffet, artista que evoluciona desde sus paisajes con figuras un tanto naif del principio a sus coloristas composiciones abstractas ya de los años sesenta.

A partir de 1950 con la aparición de la amenaza atómica tras la debacle de la Segunda Guerra Mundial, unido a la escala de contaminación proveniente del desarrollo industrial, transportes, etc., los artistas se van preocupando por el deterioro medioambiental, como podemos apreciar en las piezas que figuran en el último tramos de la exposición: “Amenaza”.

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