Atún rojo y vinos de Jerez, qué gran armonía
La cita, que congregó a un nutrido grupo de profesionales de la hostelería, la comunicación y otros ámbitos de la sociedad sevillana, fue en la barroca (dicho en el mejor sentido histórico del término) primera planta de la muy acogedora Antigua Abacería de San Lorenzo, en un perfecto mediodía cuaresmal hispalense.
La materia prima de categoría. Atún rojo de Almadraba de Petaca Chico, de Barbate, y vinos de Bodegas Williams & Humbert, jerezana bodega fundada en 1877.
Como siempre, la magníficas dotes de anfitrión de Ramón López de Tejada y el buen hacer de su equipo, con destacado
protagonismo esta vez, de su gente de cocina. Dirigiendo la cata de los
magníficos vinos de la bodega, en esta ocasión, mayoritariamente los de su
marca Don Zoilo, un comunicador
experto en el mundo del vino gaditano, el periodista José Ferrer, que nos ilustró sobre los vinos, con su sabiduría y
jugosas anécdotas sobre los mismos.
A partir de ahí, fue un no parar de platos de atún, con un buen trabajo de creatividad de la cocina de la Antigua Abacería adaptando el exquisito pescado a recetas tradicionales de carne, en este caso sin recurrir a las habituales soluciones “orientalistas” tan de moda.
En la copa un Finolis
2016 en rama. Una curiosidad de vino. Muy dorado, con una intensa nariz de
Fino, muy seco y untuoso en boca. Es un fino de añada sin encabezar, consigue
los 15º de alcohol de manera natural. Palomino
Fino del pago de Balbaína, con cierta sobremaduración para alcanzar ese
grado. Permanece cuatro años bajo velo flor, de manera estática. Acompañó un
corte de Descargamento marinado con
aceituna negra y chicharrón de manteca al pimentón.
Los platos llevaban distintos cortes de ese “cerdo del mar”
que es el atún rojo. Un guiso de Alcaucil
relleno de atún se acompañó de Don Zoilo Amontillado. Decir que los vinos
de esta gama son todos en rama, con lo que a veces pierden algo de brillo
debido a su mínima filtración, consiguiendo una intensidad y untuosidad
magníficas. 15 años de vejez media para este fantástico Amontillado.
Para culminar estos maridajes, un postre, singular y de potente sabor, una Falsa torrija de queso azul de cabra Payoya con atún y miel de pinsapo. El original postre lo acompañamos con Don Zoilo Palo Cortado, un precioso ámbar dorado de capa, que nos trajo a la nariz elegantes notas de frutos secos dulces y maderas barnizadas de anticuario, muy largo y persistente.
La mejor culminación de tan suculenta comida fue una copa de
Brandy Gran Duque de Alba Solera Gran
Reserva, con más de 10 años en roble americano que anteriormente han contenido
vinos olorosos y dulces de Pedro Ximénez.
Para los que quedaron conversando, ya entrada la tarde, se montó una simpática mesa con destilados de la bodega, como su ron Dos Maderas y las originales ginebras Cubical.
Fotografía de este reportaje: Manuel Agüera Ostos
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