Municipales 2023. La campaña de la cerveza
No es la ampliación del metro, ni la transformación del
centro de Sevilla en un macro hotel de apartamentos turísticos, ni siquiera es
el paro, ni la limpieza, ni la atención a los barrios donde campan la droga y
la pobreza, no es la seguridad ciudadana, la polémica en la campaña de las
municipales sevillanas es si podremos o no seguir bebiendo tranquilamente
cervezas en las puertas de los bares.
Yo también estoy de acuerdo con las tradiciones que son
nuestras señas de identidad, pero no todo es bueno porque sea una costumbre. A
mí también me gustan esas pequeñas cervecerías donde la gente no cabe dentro y se bebe en la puerta, de hecho, tal cosa no ha dejado de hacerse, si no pasen
cualquier mediodía por la esquina de Casa
Coronado y me lo cuentan.
En Sevilla había dos fábricas de tanques, la del Alcalá de Guadaira, donde se han estado poniendo a punto los Leopard para Ucrania, y la fábrica de vidrio de la Avenida de Miraflores, hoy en plena especulación urbanística, de donde salían vasos para toda España. Todavía recuerdo una pequeña cervecería en el madrileño barrio de Argüelles, que los tenía, de mis tiempos de milico, el tío de la barra flipó cuando le dije que los hacían al lado de mi casa.
Los tanques, ese cuarto de litro dorado, se acortaron con el
invento del “cortao”. Luego reinó la caña, cosa de madrileños en las
avanzadillas de las hordas invasoras, que al tanque le llaman “doble”. Después
estaba la “maceta”, esa que hoy se usa para llenarla ridículamente poco en la
mayoría de los sitios que la usan (para que no se caliente, dicen los
“entendidos”), e incluso tamaños mayores, como solíamos degustar en el
desaparecido El Candilejo o en El Tajo de Heliópolis.
Tengamos también en cuenta a los vecinos. Yo he vivido
encima de un bar y les garantizo que es un verdadero coñazo. Así que de
acuerdo, no perdamos nuestras tradiciones, nuestra forma social de beber y
estar, pero con respeto y horarios sensatos y, por favor, menos populismo de
barra para la campañita, que lo que la mayoría necesita son calles limpias,
seguridad, transportes públicos que funcionen, viviendas dignas, trabajo…
¿sigo?
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