Una reunión familiar de fin de semana, ha propiciado que
conozca por fin
Casa Limón en Mairena
del Aljarafe (Sevilla). Me habían hablado bien del sitio aunque reconozco
cierta prevención contra los restaurantes de grupos hosteleros de moda en
cadena. Pero es verdad que este me daba cierta garantía al saber que a los
mandos de la cocina está,
José María
Hernández. Además de José María, en la sala está
Zara Carrera, su mujer, otra garantía de excelencia. Dos grandes fichajes
para el
Grupo Ovejas Negras. A ambos
los conozco desde hace más de 20 años, cuando, recién salidos prácticamente de
la
Escuela de Hostelería del Alabardero,
montaron un coqueto restaurante en la parte nueva de Castilleja de la Cuesta.
Feliz reencuentro y, sin duda, grata experiencia en
Casa Limón, un sitio que, a pesar del lleno de domingo, es bonito,
cómodo, con un servicio atento y diligente.
El local me gusta, y eso que nos recibió un aguacero
importante, pero la antigua casa a la entrada del pueblo viejo de Mairena,
tiene su encanto y los salones del restaurante están muy bien diseñados, para
empezar, llama la atención la cava de vinos de la entrada, por cierto, la carta
de vinos se acaba de renovar, es amplia y variada, con buena nómina de
generosos y otros vinos andaluces. Me gustará visitar su terraza, como un
porche de chalet de toda la vida del Aljarafe, cualquier noche cuando apriete
un poquito el calor.
Pero hablemos de la comida. Para empezar una muy sabrosa
Terrina de foie, que acompañaban unas
tostadas finas de pan con pasas y frutos secos, muy adecuado, y una confitura
de piña que, afortunadamente, no sabía a piña, más bien a mango o algo así. No
nos pudimos resistir, se cantó fuera de carta, a unos
Gurumelos con huevo revuelto, bueno, el huevo venía frito encima y
lo revuelves tú, como casi todo en general un punto soso para mi gusto, un
pellizquito de sal tampoco mata a nadie, digo yo. Muy rica la
Pastela de pollo con dátiles, ciruelas,
pasas y frutos secos. Oye, y muy bien todo de precio, lo que pasa que uno
se va liando, que si un vino, que si un postre… y al final la cuenta se sube,
en fin.
El plato fuerte de la tarde fue una Fideuá
de chipirones y langostinos, volvemos a lo de la sal, pero muy rica, con
esos fideos finos que suelen emplear en las fideuas en Cataluña y un gustazo en
el fondo marino del plato. Para regar todo un Raventos i Blanc De Nit rosado, con las uvas habituales de los
espumosos del Penedés más un atrevido toque de tinta Monastrell que le da
complejidad al asunto. Culminamos con un súper adictivo Tiramisú al turrón.
Restaurante Casa Limón
Avda. de San Juan, 13
Mairena del Aljarafe, Sevilla.
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