O Rei

La vida de Pelé se apaga lentamente en un hospital de Sao Paolo. Edson Arantes do Nascimento, Pelé para la historia del fútbol. “El más grande” según la FIFA, aunque ya se sabe que en eso de “el mejor jugador de la historia” casi siempre el aficionado elige a un contemporáneo, o sea, al que ha visto jugar en directo más veces. Para mí, por ejemplo, el más grande es Johan Cruyff, además porque a su fútbol, elegante e inteligente, añadía unas gotas de excelente generosidad, Cruyff no era un terminador de jugadas, como Cristiano, era un generador de juego.

La primera vez que soy consciente de ver en acción a Pelé, es en el Mundial de 1970 en México siendo yo un niño. Además una de las jugadas que mejor recuerdo es, precisamente un no gol, un tiro suyo desde el centro del campo en la final jugada contra Italia, creo que muy al principio del partido, que a punto estuvo de entrar en la portería defendida por Albertosi. Al término del partido, Brasil se impuso por 4 a 1, con goles del mismo Pelé (18’), empató Bonisegna (37’) y luego marcaron para Brasil, Gérson (66), Jairzinho (71) y Carlos Alberto (80’). O Rei salió del césped a hombros de sus compañeros. Fue elegido el mejor jugador del campeonato.

Era el tercer mundial que ganaba O Rei con su selección, el primero lo ganó en Suecia en 1958 con tan solo 17 años, así cumplió la promesa que le hizo a su padre cuando lo vio llorar a causa del “maracanazo”, cuando Brasil perdió la final del mundial en la final de Maracana ante Uruguay en 1950. 

Pelé nunca jugó en un equipo europeo, toda la vida lo hizo en su equipo brasileño, el Santos F. C., desde que debutó con el equipo paulista en 1956, siendo solo un niño, hasta que en 1975 se fue al Cosmos de Estados Unidos donde jugó un par de años antes de su retirada definitiva. Eran otros tiempos, las ligas europeas, como la española, estaban más cerradas a la importación de jugadores extranjeros y los equipos se nutrían principalmente de su cantera. Entonces las ligas sudamericanas estaban plagadas de estrellas del balón.

O Rei inauguró eso que se llama “jogo bonito”, un estilo de juego basado en la vistosidad, en la habilidad y destreza técnica, que no solo atesoraban jugadores brasileños, también otros como el salvadoreño, Mágico González, que tras llevar a su modesta selección al Mundial de España 1982, recaló en el Atlético de Madrid y en el Cádiz, donde es un icono histórico del club gaditano y de quien dijo Maradona, preguntado si él se consideraba el mejor jugador del mundo: “Hay uno mejor que yo. Se llama Jorge González. Él si es el mejor de todos, un fenómeno”.

La indisciplina que privó de mayores éxitos en su carrera deportiva a Mágico, no le faltaba a Pelé en lo deportivo. Tras retirarse como jugador en activo, ha ostentado diversos cargos honoríficos en instituciones como Naciones Unidas. También hizo sus pinitos en el cine, interviniendo en películas como Evasión o Victoria (1981), donde intervenían otros buenos jugadores del momento junto a un improbable portero, Silvester Stallone.

La de México de 1970 fue su última participación como jugador en un Mundial de Fútbol, su selección pasó la fase de grupos ganando todos los partidos (a Inglaterra, Rumanía y Checoslovaquia), eliminó después a Perú en cuartos (4-2), a Uruguay en semifinales (3-1) y, por fin, la final a Italia (4-1), que había eliminado a Alemania en semifinales. Fue su cuarta participación con Brasil, habiendo ganado los mundiales de Suecia (1958) y Chile (1962), en el de Inglaterra (1966) no pasaron de la fase de grupos. Pelé marcó a lo largo de su carrera, entre partidos amistosos y oficiales, 1.284 goles. En el años 2.000 fue nombrado Jugador del Siglo XX por la FIFA, se le concedió el Balón de Oro Honorifico 2014 y en 2020, pasó a integrar el Once histórico del Balón de Oro. Otro número 10 para la historia del fútbol mundial. El pasado 23 de Octubre cumplió 82 años.

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