La Frida, un restaurante mexicano muy diferente

Sinceramente les confesaré que no tenía muchas expectativas en mi primera visita a La Frida. No me gusta mucho la estética habitual de los restaurantes mexicanos al uso, tantos colorines chillones, los sombreros gigantes y calaveras y esqueletos por doquier. Tampoco me atrae Frida Khalo, ni el personaje ni su obra me resultan interesantes. Pero hay veces que, afortunadamente, uno se sorprende para bien y se endereza el día con descubrimientos como el restaurante La Frida.

Otro de los prejuicios sobre la “comida mexicana” en Sevilla, puede ser que venga de que uno conoció y frecuentó aquellos baretos en auge en los ochenta y los noventa, donde servían, creo que alguno queda abierto, comida rápida TEX-MEX, ya saben, las enchiladas y burritos de rigor. Es cierto que después aparecieron locales de mayor nivel, pero La Frida está algunos escalones por encima de lo que yo he probado hasta ahora.

Grata sorpresa ya de entrada con el ambiente decorativo que te acoge y más si te reciben con un refrescante coctel a base de tequila. De estos hay varios, creaciones originales y adaptaciones de combinados tradicionales, como un rico y nutritivo Bloody Frida. O la Michelada, coctel tradicional mexicano a base de cerveza, Corona en este caso, con alguna salsa picante (Tabasco por ejemplo) salsa Perrins, sal, chile o cayena molidos (pique al gusto) y unos dados de hielo, refrescante.

Juan Luis León, abogado copropietario del negocio, nos dio la bienvenida y nos presentó al chef ejecutivo, Fernando Cattivelli, un cocinero de formación internacional que nos ofreció un surtido de platos donde, principalmente, destaca el sabor y el color, con materia prima local pero combinada con ingredientes del país centroamericano. Sus explicaciones de cada plato fueron exhaustivas, pero donde mejor habló fue en lo que venía en cada uno de ellos. Entre otros me cautivó la Gordita, una interpretación de un plato prehispánico en el que se presenta una tortilla de harina de maíz y garbanzo rellena de un muy sabroso picado de carne al modo Steak tartar.

Muy sabroso y original también el Aguachile rojo y negro, receta del Noreste del país, con salsa “recado” negra, con un atractivo toque picante. Luego nos presentó una interpretación del Ceviche, pero en este caso con carne y setas. Y si pensaban que la trufa era algo extraño para la comida mexicana, prueben sus Totopos con tortilla de maíz blanca, con salsa de queso del país trufa rallada.

Claro que también hay cosas más conocidas para el público sevillano, aunque siempre con los estándares de calidad de La Frida. Como sus Tacos; de los que probamos uno de Cordero con tortilla blanca y otro de Tortilla azul con corazón de atún. Venían acompañados por tres tubitos que contenían tres tipos de salsa.


Para terminar los platos salados una Entraña alta con salsa vegetal y puré de plátano macho y una interpretación del Pil pil de merluza presentada en barro tipo Tajín marroquí. Me gustó mucho la carne, que creo que es el fuerte de la casa, y no tanto el pescado.

Concluimos con los postres, donde no podía faltar el chocolate, en este caso unos bombones de chocolate de olla aromatizados y un Arroz con leche de cabra y dulce de leche de cabra semilíquido servido en un chupito comestible.

La Frida

C/ Betis, 41

41010 Sevilla


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