Salón de vinos Verema Sevilla 2022

Este lunes 3 de Octubre se ha celebrado en los salones del sevillano hotel Alfonso XIII, una nueva edición del Salón de vinos Verema. Una vuelta con menos bodegas y, al menos en la sesión de mediodía, menos público. Está arrancando la temporada y parece que aún se está calentando el ambiente.

Tierra Savia
Nada más entrar en el salón expositivo, había otro habilitado para diversas interesantes catas celebradas a lo largo de la jornada, me encuentro con una grata y buena representación de bodegas sevillanas, por cierto ausentes de la nómina en la web de Verema. Allí estaban María Ángeles con Colonias del Galeón, Virginia Gutierrez representando a González Palacios, los amigos de Bodegas Tierra Savia, Fran León en el puesto de La Margarita y Blanca Parejo, Manuel Serafín en Fuente Reina, el joven Francisco Salado con los vinos de la familia y Pilar y Miguel Ángel con su vermut Florum.

Lo hice mal y comencé probando el Zancúo Piedra Volcánica 2017, un tinto redondo y opulento que deja sentir sus 42 meses de barrica francesa. La verdad es que tanto Bodegas La Margarita, como Fuente Reina, ambas de Constantina, se han convertido un poco en lo que son las bodegas del Barrio de la Estación de Haro, los “clásicos” de Rioja, siendo los “clásicos” de Sevilla, con sus tintos golosos y amaderados en la gama más alta. De Fuente Reina probamos su Fundus Blanco de Pardina y Macabeo, fresco, con una elegancia untuosa que le proporcionan sus 6 meses en barrica.

Interesante el Dulce Natural de Tintilla de Rota 2018 de Bodegas González Palacios, un dulce elaborado con esta uva autóctona asoleada y con 18 meses de crianza en barrica, denso y fresco, que nos recuerda a buenos oportos, pero el sevillano sin encabezamiento alcohólico.

Mónica Rosón con Azpilicueta y Tarsus

Dos bodegas han coincidido en presentar los llamados “espumosos ancestrales”, vinos jóvenes que terminan su fermentación en botella, conservando carbónico y dándole una característica frescura chispeante. Una gran alternativa a otros vinos espumosos de menor naturalidad. Tierra Savia los presenta con un blanco de uva Parrona y un rosado de uva Mollar. También tuve ocasión de probar los de Bodegas Campestral, una bodega de Arcos de la Frontera (Cádiz) de la que hablaré más extensamente tras la visita programada en unas semanas.

La sevillana Blanca Parejo presentó un par de vinos que aún no han comercializado. Un Pinot Noir 2021, ligero, por pulir en botella; y un Petit Verdot 2021, frutal, goloso, más redondo. Vinos difíciles, por sus notas frescas, verdes, vegetales, en un mercado acostumbrado a crianzas con madera al estilo riojano y de Ribera de Duero.

Descubrimos en este salón, Bodegas Huerto de la Condesa, de Ronda (Málaga), vinos fáciles de beber, frescos, como su joven, Pampaneando y Los Cipreses 2020, coupage de Syrah y Garnacha, el segundo con un año de barrica. Muy interesante su rosado, Garnacha sobre lías, con cuerpo, sabroso. Tienen también dos tintos monovarietales, El Pinsapo 2020, Garnacha madurada durante 12 meses en barricas de roble francés de 500 litros, y La Palmera, Syrah con un año también de crianza, esta vez en barrica bordelesa (225 litros) de roble francés nuevas, ambos con unos tostados elegantes y la frescura de trago fácil marca de la casa.

Con Fran León y los vinos de la Sierra Norte de Sevilla

Y si hablábamos de clasicismo en los vinos sevillanos de Constantina, nada más clásico que el Tarsus Selección de Viñedos 2018 (D. O. Ribera de Duero) un tinto envolvente y elegante que me presentó mi amiga, Mónica Rosón “La Cataora”, suave y sedoso, con recorrido en el tiempo. Bien también el rosado y el Tempranillo Blanco de Azpilicueta.

Por allí estaban también los chicos de Martina Trader, comandados por su gerente, José Costas. Probamos varios vinos de la riojana Bodegas D. Mateos, con su untuoso y rico Tempranillo Blanco 2020. Entramos en tintos con La Vanidosa nº 1 2019, elaborado con una Garnacha Tinta centenaria y criado 15 meses en roble francés, fresco y ligero con notas de fruta roja y negra y un toque lácteo. Por fin, un La Mateo 2018 muy elegante en nariz y envolvente en boca, vinazo.

Junto a Francisco Salado, Juan M. Barrón y José M. Massé

También estaban representados los vinos de Gil Family States y de Península Vinicultores. De estos últimos probamos un peculiar txacolí, Hondarribi Zerratia, con un 30% sobre lías que le da untuosidad, entre otros vinos frescos y ligeros. 

Un panorama interesante donde, entre otras cosas, he podido apreciar cómo van evolucionando, a mejor, los vinos sevillanos.

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