Abre puertas y tablao, Casa Inquieta
La renovación ha querido mantener el espíritu del antiguo Alabardero, uno de cuyos salones rendirá homenaje a quien fue alma y vida del Grupo, Don Luis de Lezama. La apuesta es ambiciosa contando con el activo de esta bonita casa señorial sevillana del siglo XIX y su cierto toque francés en las decoraciones. Se ha respetado el espacio previo creando en él el nuevo proyecto.
De entrada lo más llamativo es precisamente el espacio que
da al visitante la bienvenida. Ha desaparecido la antigua fuente para agrandar
el terreno a una impresionante barra en forma de herradura que se adueña de la
estancia. La esencia de una taberna clásica, con maderas y ambiente taurino, se
conjuga con esa cierta sofisticación que proporciona la misma casa. Tapas y
raciones son las protagonistas de la carta de esta planta baja que da paso a la
novedad más llamativa del local: el viejo “Patio del magnolio” convertido en un
tablao flamenco con mesas para menú. Aunar eventos, restauración, copas y hotelería,
son las bazas del negocio.
Seguimos subiendo y me comenta Anido que está previsto replicar los bellos cierres de la primera planta en la superior, donde se han preparado siete habitaciones que convertirán a Casa Inquieta en un, también, hotel boutique para quien desee alojarse en tan bello edificio. Terminamos el recorrido en la terraza azotea que se está preparando, con una ampliación y unificación de su superficie, para acoger un magnífico lugar de copas con el cielo de Sevilla como techo y vistas hacia su casco antiguo coronado por la impresionante catedral y su archiconocida torre, la Giralda.
Casa Inquieta
C/ Zaragoza, 20
41001 SEVILLA




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