La Payesa, quesos de Mahón en Sevilla

De la mano de la Antigua Abacería de San Lorenzo, sitio exclusivo de Sevilla donde por ahora se pueden encontrar, se presentaron los quesos La Payesa de la D. O. Mahón – Menorca.

Alfons Alférez, del Departamento de Expansión Comercial de La Payesa y del chef mallorquín, Gabi Vicens, nos dieron a conocer estos magníficos quesos de leche cruda, sin pasteurizar, de vacas que se alimentan en los pastos menorquines cercanos al mar, que le confieren a estos quesos su nota salina.

Una empresa familiar fundada en 1948 que sigue los procesos artesanales tradicionales de los quesos de la isla balear, siendo el único de la zona que se elabora con leche cruda. Dos son los tipos de queso que presenta La Payesa. Un semi curado cremoso y de sabor intenso pero suave, con una curación de entre 2 y 3 meses. El curado en la tranquilidad de las cavas, resulta un queso de sabor intenso, con potencia y ese toque salino característico. Elaborado con leche cruda con unos entre 10 y 12 meses de curación. 

Visitar la Antigua Abacería de San Lorenzo es siempre un placer para los sentidos. Ramón López de Tejada te recibe en su casa, que es la nuestra, con ese encanto del caserón histórico decorado tan sevillanamente, pero también por los productos y elaboraciones que ofrece este refugio de la cocina tradicional española.

En esta ocasión, llegado de las Islas Baleares, el joven chef Gabi Vicens nos regaló una grata sesión gastronómica a base de los quesos de La Payesa. Una atractiva mesa con taquitos de queso semi y curado, así, directamente, o también con un pinchito donde acompañaba medio tomate cherri con una pizca de crema de aceitunas negras, el semi curado se presentaba también bañado en aceite de oliva y macerado con hierbas de monte, riquísimo. Por cierto, con unas almendras elaboradas por el chef con hierbas aromáticas, estupendas. Magnífica la sobrasada mallorquina con unas lascas de La Payesa por encima. 

Una fresca Ensalada César, con lascas de La Payesa. Y un fantástico Risotto de setas y queso, que nos demostró perfectamente que no hace falta recurrir a quesos italianos para cocinar un gran Risotto. Culminó el almuerzo con una rica tarta de queso.

Todo ello acompañado por los buenos vinos seleccionados por el anfitrión, Ramón nos regó la comida con un blanco de Chiclana de la Frontera (Cádiz), Tarantelo. Y un magnífico tinto riojano, el Señorío de Villarrica Crianza 2018.