Los vinos de Rioja Alavesa se promocionan en Sevilla
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Iñaki Suárez, Ana Escobar (Acción y Comunicación) Eduardo Aguinaco y Camila Ferraro |
La presentación de los vinos elegidos para representar los de Rioja Alavesa, corrió a cargo del Diputado Foral de Agricultura, Eduardo Aguinaco López de Suso, que atendió, tras su breve discurso, a los medios presentes y declaró, al ser preguntado por el movimiento de Viñedos de Álava, que desde la Diputación están a favor de la permanencia de las bodegas riojanas de la provincia alavesa en la D. O. Ca. Rioja. También intervino presentando el acto, Patricia Gutiérrez, Directora de Comunicación del Basque Culinary Center. Por su parte, la magnífica explicación sobre los vinos que se maridaron con el menú elaborado por el equipo de Sobretablas, corrió a cargo del sumiller, Iñaki Suárez.
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Eduardo Aguinaco, Diputado de Agricultura |
Considero a la chef
de Sobretablas, Camila Ferraro, una de las realidades de más nivel en las
cocinas de los restaurantes sevillanos, así lo demostró en el menú ideado para
esta presentación de vinos alaveses. Todo el equipo del restaurante, con Robert Tetas dirigiendo bodega y sala, demostró
el alto nivel de este local, ubicado en una característica casa de estilo regionalista
del bonito barrio de El Porvenir,
jalonadas sus calles de naranjos y con una arquitectura emparentada con la Exposición Iberoamericana de 1929.
Los vinos elegidos por Suárez nos mostraron un ilustrador
recorrido por suelos, viñedos y estilos de elaboración de vinos, en una comarca
bendecida para el cultivo de la vid, con unas 13.000 hectáreas en total, y una
colección impresionante de bodegas de alta calidad, desde la gran bodega de icónica
arquitectura, hasta las más modestas bodegas familiares.
El primer pase del menú estuvo protagonizado en las copas por el blanco joven Ostatu 2022. El segundo vino que pruebo en pocos días de esta nueva añada, el primero ha sido un ribeiro. Ostatu, hospedaje en vascuence, como indicó Suárez, jugando con la bienvenida, es fresco y ligero, incluso con recuerdos de su fermentación carbónica en cierta chispa en la lengua. Un viura (85%) y malvasía (15%) muy agradable para acompañar los aperitivos presentados por Sobretablas: Chicharrones con langostinos, rebozados con manitas de cerdo, que evocan las típicas “gambas en gabardina”, con una textura de corteza de cerdo.
El segundo aperitivo fue una Terrina de codorniz sobre crujiente de su piel, coronado por un pepino macerado en salsa asiática que le daba un contraste interesante. Se sirvió el segundo vino de la tarde, un elegante y corpóreo blanco fermentado en barrica, Baigorri 2018, un vino marcado por los tostados de la barrica que fue liberando sus notas frutales a medida que se iba atemperando.
El mismo vino acompañó a las Alcachofas con jamón y ajo con espuma de blanquet (embutido parecido
a la morcilla blanca) y polvo de jamón.
La alcachofa es verdura de difícil maridaje, el Baigorri Blanco fermentado en barrica 2018, aguantó perfectamente
el envite, incluso potenciándose ambos en sus respectivos sabores.
Servido el mismo vino a mayor temperatura, unos 15º C.
acompañó un plato de pescado, Corvina con
puré de calabaza y naranja con reducción de caldo de calabaza asada, zanahoria
baby ecológica y pipas de calabaza con ras el hanout, un sabroso “mar y
huerta”.
Fruto de la pareja sevillano alavesa que impulsa el proyecto
de Bodegas Zugober, llegó a las
mesas el Belezos Garnacha 2020, un
vistazo a la frutal Garnacha desde la perspectiva de un magnífico tinto
elaborado con uvas procedentes de cepas de casi 90 años, concentración en el
grano que da una fruta roja golosa y un evidente recuerdo de terruño, un
minoritario privilegio, tan solo 560 botellas, de esta Garnacha de Lapuebla de la Barca, en una curva del río Ebro. Para
estar a su altura, un Canelón de coquelet
(picantón) con velo de setas y trufas,
un ejemplo palmario de la sutil elegancia culinaria de Camila Ferraro, de sabores de largo recorrido, que van creciendo en
el paladar.
Junto a este gran vino una Paletilla de cordero desglasada, con trompetas de la muerte y salsa de tupinambo, migas de aceitunas negras y tupinambo. Un alarde de sabor, terneza y sutilidad.
Dejamos algo de vino para el postre, doble. Primero un canto
de sevillanía en el llamado “Mañana de
Feria”, buñuelo relleno de ganache de chocolate con leche y naranja, crema de
chocolate blanco y azahar, como diría el torero de la sierra gaditana, en
dos palabras: “im-presionante”. Terminamos con un aromático café y una Teja de almendra, tan fina que parece un
barquillo.
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