Goya, negro y emboquillado
Sobre los Premios Goya 2023 ya se ha dicho casi todo, los de la
cuerda, con TVE al frente, para bien y los otros, para mal. Lo que sí da
ternura, como cosita, es ver a peperos colgando en sus redes selfies en la gala, se ve que habría una
consigna de partido, en plan: “oye, tenemos que normalizar esto”, “no entreguemos
el cine español a la izquierda” y cosas así, supongo, ingenuos, ese tren lo
perdieron…uhmmm, bueno, nunca se subieron a él.
Yo no voy a entrar en lo de la alfombra/pasarela, total, al fin y al cabo es lo más divertido de la gala. Ellas compitiendo en originalidad y elegancia. Ellos en a ver quién se pone la trasgresión más ridícula del smoking. Y elles a lo suyo, disparate y provocación.
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Jorge Sanz en los Goya 2019 |
Lo que es menester atender es lo grande que es el cine, que
a pesar de las mentes simplonas y borreguiles que lo habitan, aun suena la
flauta de vez en cuando y sale alguna película medio entretenida, vaya, como
los óscares más o menos, tampoco se crean.
Finalizo, pero no sin antes mostrar mi cabreo por la
injusticia cometida con el pobre de Jorge Sanz. Resulta que para entregar el
Goya a la mejor película sacan a las cuatro actrices principales de la película
española de 1992, Belle Époque, Óscar a la mejor película de habla no inglesa.
Allí estaban de la manita, Ariadna Gil, Maribel Verdú, Penélope Cruz y la
dicharachera, Miriam Díaz-Aroca, y a él, el protagonista, que se las pasó a
todas por la piedra, no lo sacan en los Goya. Será por el follón que se montó
la vez anterior que se celebraron los Goya precisamente en Sevilla también, en
2019, dónde no se sabe si lo echaron o se fue él, por cierto, con un Goya y
cinco nominaciones más a lo largo de su carrera. Qué injusto es el hembrismo
ambiente.
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