Vidivinos en la Taberna del Alabardero

El otoño sevillano es prodigo en actos, inauguraciones, presentaciones y saraos varios, unos más profesionales y otros más para uso y disfrute de los reyes y reinas del postureo. Por ejemplo este pasado miércoles 27 de Noviembre, se me ha acumulado el trabajo de calle, lo cual me ata luego al teclado mis buenas horas.

En primer lugar mencionar la entrega de los Premios Solera que, bajo la organización de Pepe Monforte, entrega el Consejo Regulador de la D. O. Jerez – Xérès – Sherry Manzanilla de Sanlúcar, y como Pepe es compañero, amigo y gran escritor gastronómico, declino mi reseña en su artículo al respecto que podéis leer en sus Cosas de Comé. Solo repetir mi enhorabuena a todos los premiados. 

Del fabuloso mediodía soleado y con la Giralda al lado en Terraza La Fortissima, nos fuimos yendo hacia la calle Zaragoza para visitar VIDIVINOS, una pequeña muestra de bodegas que se presentaban en el patio del magnolio de la Taberna del Alabardero. Un poco cajón de sastre de vinos de toda España y algunas joyitas francesas e italianas de la mano de Mateo Wines, un importador de Orihuela que nos trató de maravilla y con el que catamos cosas interesantes de importantes zonas vinícolas del país galo, como Pomerol, Saint Émilion, Châteauneuf du Pape, Chablis o un extraordinario Champagne, además de un potente Amarone italiano. El público gente del vino, amigos y compañeros, a los que siempre es gratificante saludar y compartir cata y comentarios sobre lo probado, con la pregunta pertinente: ¿Qué has probado interesante?

Pues probar, probamos bastante y algunas agradables sorpresas, como siempre, claro, se pasó alguna mesa y con ella la posibilidad de catar algo que mereciera la pena, pero el horario apremia y hay que ir seleccionando. Así de entrada mi aplauso y admiración, en este caso además de manera solidaria, para los vinos de Bodegas Murviedro, una bodega de Requena castigada, como otras de la zona, por las graves inundaciones recientes. Nos atendieron magníficamente y probamos unos extraordinarios vinos de parcelas de sus uvas emblemáticas, Bobal y Monastrell.

Una cosa curiosa, una pequeña bodega familiar de Rioja Alavesa, Bodegas Idiáquez, nos ofreció un peculiar tinto elaborado por el tradicional sistema de maceración carbónica pero, cosa original en este tipo de vinos jóvenes y chispeantes, con ocho meses posteriores de crianza en barrica. Un vino distinto y muy agradable en la boca, conjugando fruta de buena acidez con un punto calmante y cremoso de la crianza. 

De la D. O. Cigales, la hermana “pobre” de las tres D. O. que ocupan la provincia de Valladolid, unos interesantes vinos de la Cooperativa Cigales, como un goloso rosado, pura chuchería de fresa y un fresco Torondos Tinto criado en depósito de hormigón, como su Verdejo. Y en un par de mesas nos vamos de Valladolid a Galicia, pasando por los interesantes blancos y brandis de Bodegas Infante del Condado de Huelva, para probar el muy rico tinto con crianza de Adegas Condado de Sequeiras, de Ribeira Sacra. Para terminar unos tintos de corte “clásico” de Ribera del Duero, los de Vinos Ricardo Dumas, con un fácil, sedoso y muy atractivo Tinto Roble y, saltando en el escalafón, un elegantísimo Gran Reserva.

Bienvenida sean todas estas iniciativas donde, por mucho que nos esforcemos en conocer y catar, siempre habrá algo nuevo que nos sorprenda. In vino veritas.

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