Salón Verema de vinos en Sevilla. La selecta minoría.

Experiencia Verema Sevilla es un salón de vinos pequeño, pero con muchas cosas interesantes. Me refiero a lo de selecta minoría porque me da la impresión y se comentó entre los “sospechosos habituales” de que cada vez somos menos en estos saraos vinícolas. No sé cómo estuvo la sesión de la tarde, pero la de mañana fue cómoda para los que por allí pasamos.

Este año mesa larga de vinos de Málaga, además de un jamón que, según me ilustró el habilidoso cortador que tocaba el cuchillo largo con maestría, procede de cerdos que en vez de bellotas comen castañas, más dulce sí que estaba. Como siempre la de vinos de Sevilla, un par de bodegas interesantes de Jerez y alguna cosa de por ahí sorprendente y con buenas etiquetas. 

Por partes. Los vinos de Sevilla siguen en su escalada de calidad. Ya he hablado otras veces del buen trabajo de Bodegas Salado con sus blancos de Garrido Fino, por cierto, mi más entusiasta abrazo para Rafa Salado, en sus horas más difíciles,  y toda la familia de la bodega. Impresionante la escalada de calidad de Bodega Colonias de Galeón con el trabajo de su enóloga, Maria Ángeles Pérez, así como los vinos de Bodegas Tierra Savia, gran futuro para la Sierra Norte de Sevilla. Los demás, en su nivel habitual, Fuente Reina en pleno proceso de renovación; el trabajo incansable de esa pareja que lleva Vermut Florum con maestría inasequible al desaliento; la superación tras la adversidad personal en Bodegas Blanca Parejo; y las incorporaciones al circuito del vino sevillano de dos bodegas: Bodega y Viñedos Dehesa del Zarco (Pilas) y Bodegas Solana de la Bernarda (Alanís). Elegante y complejo, me gustó el Parrona & Cía. de Tierra Savia. Fantástica la nueva añada del blanco de Colonias de Galeón, Soplagaitas.

Cosas curiosas. Por ejemplo probar el único espumoso de España elaborado con uva Godello, lo hace Bodegas Godelia, ubicada en El Bierzo (León) y de la que también probé un magnífico tinto dulce natural de Mencía, se llama Libamus. Junto a los bercianos, una interesante bodega de Montsant, Bell Cros se llama y tiene la peculiaridad de elaborar un blanco de Garnacha Blanca con crianza en barrica de roble sueco, la nacionalidad del fundador; muy interesante su vino L’Adicció 2022. También de Montsant una vieja conocida por sus vinos de calidad, Celler de Capçanes. No salimos de Cataluña para probar unos muy buenos cavas, los de Cavas Parató, muy interesante su ATICA con 85% Xarel.lo y 15% Chardonnay. Un gallego, el proyecto de José Pariente para blancos en la región, se llama Avilerma y es un Ribeiro frutal y muy fresco. 

Hubo tiempo para probar “clásicos”. El roble de Viña Sastre, gran bodega por otra parte, busca más el frescor y la fruta que añadas anteriores, con más madera. Inmenso el Reserva de 200 Monjes. Una grata sorpresa, La Isla de Dinastía Vivanco, tipicidad riojana puesta al día, me gustó mucho más el tinto que el blanco de pie franco. Siempre de gran nivel, Artadi trajo su Valdeginés 2021.


Y si de clásicos hablamos, que mejor que cerrar la mañana, bueno, ya tarde casi, con unos VORS jerezanos, los de Bodegas Sánchez – Romate en su gama Old & Plus. Una vez más, las copas del hotel Alfonso XIII, a pesar de su nivel y el marco bellísimo para el salón, no estaban a la altura, qué le vamos a hacer.

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