Jornadas de arroz en La Carboná de Jerez de la frontera
He aprovechado una visita a El Puerto de Santa María, donde nunca perdono tampoco ir a ver a mi amigo, Alfonso de la abacería bar La Giralda, para disfrutar en La Carboná de las jornadas del arroz que están celebrando desde el pasado 29 de agosto y que se prolongarán hasta el domingo 7 de septiembre. Además de poder disfrutar de la carta habitual y de sus impresionantes cartas de vinos, la de los jereces y los otros.
En la carta de arroces de estos días especiales dedicados al arroz en paella, podemos optar entre las siguientes preparaciones: Paella ibérica Montesierra, costillas, secreto, tirabeques. Arroz negro de chocos, langostinos y alioli. Arroz de verduras de la huerta, espárragos, setas judías verdes, pimientos del padrón. Paella de bogavante a la brasa terminado en horno con sarmiento de viña. Arroz meloso de codornices, espárragos y foie.
En nuestra visita nos decantamos por el arroz negro, que llegó a la mesa auxiliar en su correspondiente paella (y hago un inciso aquí con respecto a esto) Este tipo de comida requiere del recipiente adecuado y siempre su, digamos para que se me entienda, teatrillo de presentación, por supuesto es mucho más llamativo y conveniente la presentación en la mesa con la paella a que te traigan el arroz servido en el plato, por supuesto. El problema es que se requiere un mínimo de dos comensales para que sea operativa toda la preparación y presentación, así que la posibilidad de probar más de un arroz requiere que, o que haya al menos cuatro comensales o, si son dos, como era el caso, ponerse de acuerdo con el arroz a elegir, porque tampoco es cuestión de pedir varias paellas, ni el estómago ni la cartera lo requieren. Aclarado esto, decir que el arroz negro estaba extraordinario, perfecto de punto, gustoso, de sabor intenso con nutrida presencia de chocos y langostinos. Para acompañarlo un vino blanco de la tierra muy fresco y agradable, Cortijo de Jara Gewürztraminer 2024, aromático y con la acidez oportuna.Antes de eso acompañamos un fino Paté de ave al Pedro Ximénez, cortesía de la casa, con una copa de Don Zoilo en rama Amontillado, un prodigio de tantos que hay en la, ya lo he dicho, extraordinaria carta de vinos de Jerez de La Carboná, donde todos se pueden pedir por copas. No en balde, Javier Muñoz se ha ganado el apelativo de “chef del Sherry”.
Terminamos la gastronómica velada con unos Bombones de chocolate rellenos de Palo
Cortado “Selección La Carboná”. Digno colofón a tan brillante comida (y
bebida).
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