La monumental trilogía de José María Gironella
Han pasado años desde que veía esos volúmenes en las estanterías, mercadillos y librerías de segunda mano, hasta que me decidí, hace unos meses, a abordar la lectura de los tres volúmenes. He de confesar que, al principio, con cierta prevención, pero, tras la lectura del primer volumen, con el convencimiento y búsqueda de los otros dos. La prosa de Gironella es ágil y entretenida y, ciertamente, sorprendentemente para su tiempo y su lugar, bastante ecuánime en cuanto al relato sobre las ideologías en conflicto. A veces un poco ñoña, sobre todo cuando aborda las relaciones sentimentales entre hombres y mujeres, naturalmente no hay que olvidar el momento histórico en el que vive el escritor. También parece evidente su impregnación de cristianismo, abierto y moderno para el momento, que creo también influye en toda la obra, Gironella llegó a estudiar en un seminario.
‘Los cipreses creen en Dios’ (1953) es la primera obra de
esa trilogía que gira en torno a la Guerra Civil, en esta primera entrega contándonos
la etapa republicana previa al conflicto. Obra que fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura y supuso
un superventas en la época, encontrándose en muchísimos muebles de salón de las
casas españolas, que fue un espaldarazo para la etapa inicial de la todopoderosa
después, Editorial Planeta, cifrándose
una venta de unos dos millones de ejemplares hasta principios del siglo XXI. El
eje central de las historias y los múltiples personajes es la familia Alvear,
que son en sí mismo un crisol de gentes de España, con diversas procedencias,
como la madre vasca o la familia castellana y andaluza del padre. En definitiva
un mosaico impresionante que quiere ser espejo de la sociedad nacional de
aquellos años treinta, con sus diversas clases sociales, tendencias políticas y
puntos de vista religiosos.
‘Un millón de muertos’ (1961) se sumerge en el conflicto armado
que asoló España como consecuencia precisamente de la deriva polarizadora de la
IIª República. Como bien aclara el autor en una imprescindible entrevista para
conocer al personaje, que le hizo en su día, Joaquín Soler Serrano, en aquel gran programa que era ‘A fondo’
(disponible en YouTube) el “millón de muertos” no se refiere a los fallecidos
en la guerra, los cálculos más rigurosos hablan de en torno a 500.000, sino de
la suma a ese medio millón de los que causaron esas muertes: “cada muerto
supone un asesino que lo mató, que es un muerto espiritual”.
Comentarios
Publicar un comentario