De tapas por… Sevilla
La simpática y muy guapa señora que conduce el programa, que
lo aliña además con un acento español con toque francés, me temo que cae a
veces en lo mismo que usualmente les pasa a los que vienen de Madrid u otras
partes, a hacer un reportaje de este tipo, que no saben y además, esto es lo
peor, están mal asesorados. A veces, malo también, hacen un refrito de lugares
comunes, nunca mejor dicho, y tópicos al uso, de hecho vi hace poco una de esas
listas que ahora se llevan tanto donde aparecían un par de negocios hosteleros
que ya ni existen. Y no crean, también está pasando en la misma prensa
sevillana.
Voy con los atenuantes posibles del programa dedicado a Sevilla. La cosa comenzó fantástica, con una visita a Bodeguita Romero, con don Pedro y su señora mostrando lo de bueno, que es mucho, que hay en esa casa. La cosa después se volvió extraña pero, y aquí el atenuante principal, es que creo que el programa se enfocó al río y la importancia del comercio marítimo para la ciudad en su pasado. Lo digo porque no salió, como por otra parte es habitual en otros episodios, ni un solo gastrónomo y/o comunicador del tema local, sino dos historiadores, se mencionó al menos tres veces a lo largo del programa, Elcano y demás. También salió una pintora jerezana (supongo que amiga de alguien) que habló de su pintura y poco más, mientras se zampaban unas papás aliñás con vino dulce de Pedro Ximénez, en absurdo maridaje. La presentadora cruzó a Triana y nos mostró tres restaurantes, no bares de tapas, todos alineados en la orilla del río, no pasó del Altozano.
Sevilla, le guste
o no a los demás, es cuna y capital
mundial de la tapa. Hay decenas de bares donde se pueden consumir, en
variedad y calidad. La serie, que tiene dos temporadas, no contempla, como en
el caso de Madrid, ningún capítulo más dedicado a nuestra ciudad. Por lo tanto,
si el programa se llama ‘De tapas por España’, el episodio sevillano es un
absoluto despropósito. Nada de los orígenes, de los usos sociales que en la
ciudad tiene el tapeo, en fin… uno de los chefs que salieron dijo que el
bacalao ahumado con salmorejo es tapa típica sevillana, ahí lo dejo que me
caliento.
Mucho río y mucho flamenco, del mundo del toro y su tapa
natural, la cola del animal guisada, ni rastro. Por cierto, que se visitó el
mercado de Triana solo para mostrar las verduras, llegadas de América y un
puesto de especias, lo cual refuerza mi teoría de que el programa está dedicado
a la relación de la capital con los viajes oceánicos. Lo cual está bien, pero
invito a doña Adrienne Chaballe y a todo
su equipo, a que inicien una tercera temporada con un episodio dedicado de
verdad a ir ‘De tapas por Sevilla’.
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