Exposición “Las formas del paisaje. Del bosque a la Ribera” de José Manuel Pérez Tapias

El pintor sevillano expone sus obras hasta el próximo 20 de Enero en una magnífica exposición en el Museo de Alcalá de Guadaira.

José Manuel Pérez Tapias es un pintor sevillano (1961) que podríamos encuadrar en la que me atrevo a calificar como “no generación de los ochenta”, una década donde jóvenes artistas locales desarrollan una actividad que, sin formar realmente un grupo homogéneo, significa una de las etapas más fructíferas de la pintura contemporánea sevillana, proveniente de las semillas que se plantaron en los sesenta y los setenta en la ciudad.

Probablemente ningún sitio mejor que el sevillano pueblo ribereño del Guadaira, cuna de esa escuela paisajística tan importante localmente en el cambio de los siglos XIX a XX, para mostrar las obras de esta exposición. Unos cuadros realizados en diversas técnicas (acrílicos, acuarelas, dibujos) fruto de los viajes del autor por países como Grecia, Francia, Italia, Portugal, Estados Unidos o, en España, la costa gaditana o la Alpujarra granadina entre otros paisajes hispanos, también de la misma Alcalá, como su conocida perspectiva del río a su paso por el molino de Oromana, además de otros encantadores parajes. 

El pintor juega con el color, recordando la inquietud cromática presente en él desde sus obras juveniles, con guiños a vanguardias como el Fauvismo, llegando también a rozar el Puntillismo en alguna de las obras, en definitiva reminiscencias postimpresionistas, para llegar a visiones más contemporáneas, como sus recreaciones de villas campestres, con ecos de la pintura norteamericana contemporánea en la línea de un David Hockney, aunque con un lirismo mucho más europeo. Como el catálogo mismo refleja, según palabras de su autora, Charo Ramos: “Gozo, serenidad, introspección, calma” marcan estos  cuadros durante cuya génesis ha dicho el pintor, haberse sentido como “aquellos viajeros románticos” del siglo XIX que plasmaban sus visiones del paisaje en dibujos y grabados posteriores.

Un proceso que el autor ha ido acumulando en sus viajes a lo largo de trece años, estudiando el color para buscar sus armonías, el equilibrio cromático, como así demuestra en su catálogo de verdes, en los reflejos del agua, tan importante en sus paisajes. Junto a ello, la profundidad, el estudio de la perspectiva, dándole sentido al espacio sin que en él conste la figura humana. La casa, el agua, el camino, la vegetación, son los elementos que articulan los paisajes de Pérez Tapias, más modernos que costumbristas, distanciándose así de las obras más convencionales de los paisajistas de la llamada <<Escuela de Alcalá>>.

En sus obras de formato pequeño, nos muestra el encanto de los dibujos y acuarelas propios de los más atractivos cuadernos de viajes, algunos casi postales pintadas. En las de mayor formato, ese alarde del color mencionado, de la profundidad, jugando con las líneas y los caminos, como puntos de fuga. También apreciamos la huella de los volúmenes de Cézanne en las edificaciones, como parelepípedos inmersos en los paisajes, como ocurre evidentemente en una de sus vistas del Molino de Oromana, concretamente el paisaje: ‘Molino de Alcalá de Guadaira I’, obra ganadora del Concurso Internacional de Pintura de Paisajes, 2018. 

La exposición de José Manuel Pérez Tapias, se encuadra dentro del proyecto de la Diputación Provincial de Sevilla: LOS CUADERNOS DEL PASEANTE Y EL VIAJERO. Anteriormente y desde su inicio en 201º, se han organizado exposiciones de los pintores, Manuel Ortiz y Daniel Bilbao. La muestra de Pérez Tapias es una ocasión de gozar de bastantes obras del autor en un magnífico recorrido artístico.

Hay que poner un pero, naturalmente no es culpa del artista, sino del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira, pues se debe señalar el nefasto acceso, incluso peligroso, al menos por la tarde/noche al Museo, con nula señalización y a través de un parque a oscuras y con varias escaleras. Por lo demás la visita merece la pena, además se puede aprovechar para visitar en las salas de la planta baja, por cierto afectadas de humedad en las paredes, una buena colección de cuadros de los mencionados anteriormente, componentes de la Escuela Paisajista de Alcalá de Guadaira.