Hay carteles, ay Sevilla
Presentación cartel Semana Santa Foto: Mauri Buhigas para lavozdelsur.es |
Los carteles se han convertido en un recurso muy sevillano de dialéctica entre bandos, esa “polarización” que está tan de moda. Pasa con el cartel de los toros, ha pasado muy recientemente con el de la Bienal de Flamenco, del que hablaré más adelante y con el de Semana Santa, que ha levantado un tremendo revuelo en las redes.
'Cristo sostenido por dos ángeles' Giovanni Santi |
Es curioso ver como los hooligans
de uno y otro bando, vamos a llamarles a unos “conservadores” (para que no
se me cabree nadie si digo rancios, calificativo por otra parte que muchos de
ellos llevan a gala) y progres por el
otro lado. Ante el cartel de Salustiano
García los primeros han puesto el grito en el cielo, nunca mejor dicho,
haciendo campaña virtual para que incluso se retire la obra de la difusión
pública, los otros, por lo general menos exagerados, argumentando desde su
punto de vista de ese mantra progre llamado “actualización de las tradiciones”,
expresión ante la que se partiría de risa la difunta monarca británica. Aunque
algunos si excretan su bilis también, incluso llegando al insulto hacia la otra
parte.
'Noli me tangere' Il Correggio |
El Cristo del cartel es un joven de belleza un tanto andrógina
y quizás demasiado juvenil, dudo mucho que Jesús tuviese las cejas depiladas,
aunque por otra parte tenemos muestras en la historia del arte de cristos con
esa factura apolínea donde los rasgos son suaves, cuerpos muy blancos y poco
musculados y los rostros un tanto andróginos, recuerdo así al pronto
resucitados italianos del tema <Noli me tangere>, como el de Correggio o el <Cristo sostenido por
dos ángeles> del padre de Rafael de Urbino, Giovanni Santi y, del mismo Rafael,
su <Cristo bendiciendo>.
'Cristo bendiciendo' Rafael Sanzio |
Quizás como dicen algunos, todo esto se solucionaría volviendo a los carteles de esas maravillosas fotos que tantos buenos fotógrafos locales hacen sobre nuestras imágenes procesionales. Tal vez el actual Consejo, en su afán de notoriedad y emulando a otras corporaciones, debería hacer un gesto de humildad cristiana y no ir más allá de lo que un cartel anunciador de nuestra Semana Santa requiere.
Y pasemos al flamenco: <<En los carteles han puesto un nombre que no lo quiero mirar>> cantaba la gran Juanita Reina con la letra de los geniales maestros, Quintero, León y Quiroga.
El gran pintor, Miquel Barceló
dista mucho de ser un Francisco Alegre, el de Felanitx no es precisamente la
alegría de la huerta, es lo que tienen los grandes artistas, que la mayoría son
muy suyos, este no ha querido venir a hacer faena en Sevilla, como bien
explicaba Carlos Navarro Antolín en
un artículo al hilo de la presentación por parte del Ayuntamiento del cartel
que el mallorquín ha realizado para la Bienal
de Flamenco.
El tema de los carteles, ya lo he dicho, siempre da que hablar en Sevilla, si son muy modernos siempre hay quien dice que son garabatos y simplezas por el estilo de “eso lo pinta mi hijo de cuatro años”. Y si son muy clásicos que lo de rancio y que no salimos de lo mismo, la media verónica de Curro para la pared del Bar Sol y Sombra, 6 bravos toros 6.
Presentación cartel Bienal de Flamenco Miquel Barceló |
Mira que hay tradición cartelista en España. Los artistas de las vanguardias surgidas en el primer cuarto del siglo XX, tomaron partido en la Guerra Civil por uno u otro bando y surgieron de su creatividad estupendos carteles de ambos lados que forman un magnífico muestrario del arte más innovador de la época. Comunistas, anarquistas y falangistas, principalmente, parieron obras maestras de la cartelería hispana. Entonces ya se demostró que, a la digamos derecha moderada, monárquica, burguesa, liberal y capitalista, lo del arte le importa poco más allá de los retratos de los antepasados, las escenas de cacerías, los bodegones con perdices y faisanes colgando y las escenas de batallas.
Los carteles, bueno es siempre recordarlo, no son cuadros,
son gritos en la pared, son llamadas de atención, que te informan y te
interpelan para que te intereses por el asunto que anuncian. A veces incluso
señalándote directamente con el dedo, como la famosa imagen del Tío Sam
llamando a los norteamericanos a filas en 1917. Vemos, una vez más, que las
guerras han sido buen motor para el ingenio cartelero.
Otra cuestión a debate es si las administraciones locales,
deben de encargar a dedo un cartel para anunciar un acontecimiento público o si
se debe hacer un concurso abierto. Ítem más: ¿se debe contratar a un artista
local o que el concurso en cuestión sea restringido a los artistas locales para
fomentar la promoción de los valores artísticos sevillanos? Artistas en Sevilla
los hay muchos y buenos, aunque obviamente la contratación de una relevante
figura internacional es un mayor altavoz para según qué eventos.
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