Un día con dos vinos de magníficas hechuras
En primer lugar catamos Finca La Cañada Verdejo de la Sierra de Montilla de Bodegas Pérez Barquero (D. O. Montilla Moriles)
Tenemos noticias del cultivo de la variedad Baladí-Verdejo en la cordobesa comarca de Montilla desde el siglo XIX. Viñedos sobre tierras albarizas que crecen a unos 600 metros de altitud. Finca la Cañada Verdejo es un vino blanco tranquilo de producción limitada, elaborado por la tradicional Bodegas Pérez Barquero y amparado bajo la Denominación de Origen Montilla Moriles. Un vino de esta bodega que no conocía y que me ha sorprendido muy gratamente.
En la copa presenta un brillante y limpio color amarillo dorado
de reflejos verdosos. En nariz es muy aromático, con notas muy agradables de
lías finas, con las que se ha criado durante tres meses. Se aprecian también
recuerdos aromáticos frutales, como la pera, y también de flores blancas. En
boca es untuoso, con notas cremosas y tostadas con recuerdos de mantequilla,
contrastando con un final con un punto amargo y salino. Largo, elegante y
gustoso.
Seguimos la cata con la nueva añada de Carmelo Rodero 9 meses 2024 (D. O. Ribera del Duero)
Me llega la nueva añada del tinto ribereño de la familiar Bodegas Carmelo Rodero apellidado 9
meses, en su referencia a los nueve meses de crianza en barricas de roble
francés que recibe este tinto elaborado al 100% con uvas de la variedad Tempranillo en su versión de la Ribera del Duero.
Un tinto en la línea excelente de esta bodega familiar.
Presenta un muy bonito color guinda oscura con ribete rojizo violáceo. Su aroma
nos trae elegantes notas de frutas rojas y negras maduras que se integran
perfectamente con elegantes notas de madera de calidad y tostado medio. En boca
se reflejan esas impresiones aromáticas, adquiriendo fuerza con unos taninos
aún jóvenes pero que ya dejan apreciar sus cualidades, sedoso, elegante, un
vino con altas miras que cuajará en unos meses de botella en un tinto
envolvente y elegante en el paladar, con cuerpo y personalidad propia. Final
largo con una punta de regaliz. Se viene arriba con la comida adecuada, como
una cassolette de pato con alubias pintas o una carne roja, excelente también
con quesos curados.
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