Icónica Fest Sevilla, sí, pero en otro sitio
Sí, lo reconozco, he ido a un concierto de Icónica. No voy a
justificarme diciendo que tenía que conocerlo desde dentro para opinar, que
también. Sencillamente compré mi entrada hace seis meses porque para un
ochentero criado en los bajos de Argüelles, en Malasaña y en los locales de la
noche del centro de Sevilla: Alcaicería, Sopa de Ganso, Mundo, Berlín, Bare
Nostrum y tantos más, dejar pasar la oportunidad de ver en vivo y en directo,
por fin a Madness, era impensable,
una locura.
Dicho lo cual, concierto al margen del que luego diré algo,
señalar que no es el sitio adecuado, de acuerdo sí, espectacular entorno, pero
no es el sitio. Para empezar la entrada, me dio pena y vergüenza caminar por un
Parque de María Luisa dejado de la
mano del Ayuntamiento, señalemos al culpable. Sucio, es la palabra fundamental,
dejado, abandonado, el polvo se notaba en el ambiente (no hagan chistes
baratos), la hojarasca, las mierdas de caballo, el albero seco, todo da
sensación de mierda acumulada de semanas de abandono, papeleras a tope, bolsas
y botellas de plástico por los jardines… Mientras tanto, turistas despistados
(ese oro molido para los munícipes) con cara de póker cuando les decían que no
podía pasar a ver la Plaza de España.
Después de tener que rodear medio parque, observando con
pena a los pobres patos deambulando atónitos por lo que allí ocurría,
acostumbradas las criaturas a la paz habitual de las noches del parque, entro
en el recinto. Chiringuitos a tutiplén con la cerveza (grandecita eso sí) a
seis pavos y la comida ni te cuento, se agradece el despliegue hostelero porque
si vas sin cenar, al salir, sobre las doce, en Sevilla ya no se puede cenar
(salvo que te vengas al kebab de mi barrio)
Larga vida a Madness
y ojalá podamos verlos otra vez en directo, pero en esa hipotética futura
ocasión en un escenario pensado para la música, donde no moleste a vecinos, ni
animales, ni dañe el patrimonio histórico de la ciudad.
Buenos días, una pequeña aclaración, faltó el guitarra y el batería habitual aunque fue espectacular. Por lo demas totalmente de acuerdo, no es el lugar más idóneo para este tipo de conciertos y sobre todo la dejadez por parte del Ayuntamiento del Parque de Maria Luisa, una pena
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