Sumar, Falange y una pintora en el Thyssen
No sé si estaría en el ánimo del Director del Museo Thyssen,
recuperar la obra de una mujer, sí, pintora importante de la primera mitad del
siglo XX, también, obviando su condición de falangista, siendo incluso amiga
personal de José Antonio Primo de Rivera,
uno de los fundadores, principal ideólogo y Jefe Nacional hasta su asesinato
(legal) en la cárcel de Alicante en Noviembre de 1936 de Falange Española y de las JONS. Rosario fue muy amiga la hermana de
José Antonio, Pilar Primo de Rivera.
Curiosamente se publicaron ciertos paralelismos, en el auge de Podemos, partido matriz de Sumar, entre algunas frases entresacadas de discursos de su entonces líder público, Pablo Iglesias y la doctrina falangista de Primo de Rivera. Podría decirse que, en principio, ambos coinciden en la búsqueda del “bien común”, si bien desde ángulos distintos. En el caso de Falange Española desde la espiritualidad, la dignidad humana, el patriotismo y la acción sindical. En el de Podemos desde el materialismo marxista, el ateísmo, la deshumanización de las masas y la dictadura totalitaria del Estado.
Adán y Eva (1932) |
Falange Española,
como movimiento político vanguardista, acogió entre sus simpatizantes y
afiliados a no pocos escritores, famosa es la llamada “corte literaria de José Antonio”, pero también a creadores de todos
los ramos, como la arquitectura, ahí está entre otros el donostiarra, José Manuel Aizpurúa, artífice del
influyente edificio del Club Náutico de San
Sebastián y uno de los más prometedores arquitectos de la modernidad
española, cuya carrera y su propia vida, también se vio truncada por su
asesinato en la retaguardia del frente durante la Guerra Civil. Tampoco la
pintura más innovadora fue ajena a la vanguardia del movimiento Nacional –
Sindicalista, como la del pintor malagueño, también asesinado en 1936, Alfonso Ponce de León o Pancho Cossío, uno de los más
destacados componentes del nuevo arte español del siglo XX.
Pero al margen de cuestiones políticas e ideologías de
género, dos cuestiones básicas para justificar la muestra del Thyssen: ¿Merece
Rosario de Velasco esta exposición? Y ¿Quién es esta, hasta ahora, desconocida
pintora para el público?
A la primera pregunta la respuesta es un rotundo sí. En
cuanto a su vida, alentada por su padre, maestro de dibujo y acuarelista, Rosario
pintó desde muy niña, estudiando posteriormente en su adolescencia y juventud
con el pintor, Fernando Álvarez de
Sotomayor. Rosario se sentía influida por grandes maestros, que aprendió a
ver en el Museo del Prado. Le llamó la
atención principalmente el Quattrocento
italiano, teniendo entre sus autores predilectos al prematuramente
fallecido, Massacio. Aunque no era
ajena a las vanguardias, admiraba también a los artistas cubistas, como Picasso y Braque, o la enigmática pintura
del italiano, Giorgio De Chirico. En
1932, ya en tiempos de la IIª República
Española, se le negó por ser mujer el primer premio en el certamen nacional
de Bellas Artes, concediéndosele el segundo premio por su obra ‘Adán y Eva’,
presente en la muestra del Thyssen. Sí ganó en 1934 el primer premio de la
Exposición del Traje Nacional con su obra ‘Maragatos’. Ello propició que sus
pinturas llegaran a ser mostradas en sitios como el Carnegie Institute de Pittsburg, en 1935, donde expuso junto a Salvador Dalí, y también la dedicada al
arte español contemporáneo en el Jeu de
Paume de París en 1936. Tras su matrimonio con el doctor, Javier Farrerons, se estableció en
Barcelona, salvo el periodo de la Guerra Civil, tuvieron que huir de la ciudad
donde Rosario estuvo detenida unos días y a punto de ser fusilada, pero unas
gestiones de su marido lograron salvarla, ambos huyeron a Francia para, desde
allí, volver a la España “nacional”, la única hija de ambos nación en San Sebastián.
En los años posteriores, Rosario de Velasco evolucionó hacia una pintura más
suelta y personal, más alejada de la figuración de sus primeras obras.
Los inocentes (1936) |
Obras recopiladas con dificultad, ya que muchas estaban
desperdigadas y en paradero desconocido, según cuenta la comisaria de la
exposición, su sobrina nieta, la periodista, Toya Viudes de Velasco, cuya labor en redes sociales, junto al
también nieto de la pintora, Víctor
Ugarte, ha sido fundamental para hacer posible esta muestra.
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