Quejíos Finos, abacería nueva ola en Cádiz

Ir a Cádiz capital, o provincia claro, siempre es gratificante, y ahora en verano los visitantes se multiplican buscando su encanto y la cercanía del mar. Lo gaditano gusta en Sevilla, eso es evidente. Y a los que a allí vamos de vez en cuando, nos gusta buscar esos sitios con encanto para degustar sus exquisiteces gastronómicas, entre las que naturalmente se encuentran sus vinos.

Pues nada menos que en la céntrica Plaza de San Antonio, se ubica el nuevo local, Quejíos Finos, una recreación actual del concepto ultramarinos finos, esas delicias que nos llegaban de las provincias de ultramar a través de mares y océanos, para llenar de colores y aromas las estanterías de aquellos encantadores comercios, donde también se encontraban productos de otros lugares de España: “Hay sobaos pasiegos”, “Hay chorizos de Cantimpalos”, rezaban los carteles anunciadores.

Conservas, laterío fino, para calentar y tal cual, a su temperatura ambiente. Tapas de las de siempre y platos elaborados en la casa. Comenzando por una variedad de aceites de oliva virgen extra. Salazones de Cádiz, chacinas y quesos de las mejores procedencias. Las mejores marcas de conservas pescaderas, como HERPAC, Tejero o Real Conservera Española. 

En las tapas frías, entre otras, las papas aliñás, con su tronco de atún, la ensaladilla rusa o el hígado de ternera aliñado. Molletes y montaditos variados y, además, tapas calientes, guisos y fritura gaditana. Un tocino de cielo, un arroz con leche o una torrija con miel, para el dulce colofón, que podemos acompañar con un Cream o un PX. 

Hablando de vinos, la carta ofrece botellas de bodegas de la región. Vinos tranquilos y generosos. Cuentan con aperitivos curiosos, como un vermú sin alcohol o uno llamado, nada más y nada menos, La Patria: limonada de limones ecológicos y jengibre de Cádiz. Un espumoso sevillano, el Umbretum Brut Nature de los amigos de Bodegas Salado, además se puede pedir por copas. La oferta por copas, por cierto, no está mal, con opciones tan sugerentes como el jerezano Entrechuelos Chardonnay o el tinto Iceni de Arcos de la Frontera. Además, claro está, de un buen abanico de vinos generosos.