Antonio López, ciudades en proceso
Cuadros de gran tamaño que nos permitirán contemplar tres
obras que nunca más podremos ver así, quiero decir que, al ser obras
inacabadas, el autor seguirá trabajando en ellas. Sabido es el largo proceso de
trabajo que López emplea en sus pinturas, con años de laborioso proceso, con
abandonos temporales y retomando sus pinturas cuando cree oportuno o las circunstancias
así lo dictan.
Como cita el comisario de la exposición, el pintor Daniel Bilbao, en el texto de introducción a la muestra, dijo Goya que “el tiempo también pinta”, y aquí reside una de las peculiaridades de las vistas urbanas en proceso que nos enseña su autor: sin estar terminadas por el pintor, el tiempo ya ha dejado su huella en los lienzos. Lo que asemeja la obra a un ser vivo, que evoluciona en su madurez a la vez que el tiempo va dejando su impronta sobre los cuerpos.
López, en esta muestra sin tapujos de lo que evoluciona en
su taller, no priva al observador de los detalles del trabajo. Cuerdas para
delimitar franjas de la pintura, prendidas con chinchetas clavadas en el
bastidor, anotaciones a lápiz sobre el lienzo o correcciones de líneas y
colores.
Sevilla, en dos
de los cuadros, y Madrid, en el
tercero, nos muestran el proceso creativo del pintor, o uno de los pintores,
más importante de España en la actualidad. La ciudad, aún inacabada y contemplada
desde la altura y en la distancia, nos muestra sus detalles, que el ojo que
mira se encarga de compactar en nuestra mente. Si nos vamos acercando podemos
componer pequeños cuadros abstractos, en el pintor figurativo más
representativo de la tendencia en las últimas décadas.
Una oportunidad única para cualquier amante del arte, que ha
servido para iniciar, por la puerta grande por parte del COAS, con la presencia del mismo Antonio López, la XXII Semana de la Arquitectura de Sevilla.
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