Los mágicos vinos de, Miguel Ángel de Gregorio

Uno de los momentos más singulares de mi vida en el mundo del vino, fue la visita a los viñedos donde nacen las uvas con las que se elabora el vino Mártires, el blanco mágico de Finca Allende. Lo conté en su día en un reportaje en Gastrobaris Magazine. Fuerzas telúricas que surgen de una tierra arcillosa, ancestral, junto a la vieja ermita medieval y los restos de antiquísimos lagares de piedra. Vuelvo a encontrarme con este fabuloso creador de vinos en su stand de FENAVIN 2023, un encuentro de amigos, un reencuentro en torno a sus vinos.

De Gregorio se ha dejado una barba que pinta canas. Sus ojos deambulan inquietos de un lado a otro, atento siempre al quehacer de su equipo, totalmente femenino, y a las numerosas personas que se acercan por su stand. Nos sentamos dentro y van llegando botellas. Quiero revisitar los vinos de Finca Nueva, la línea que elabora en las instalaciones de la bodega de Logroño. Me enseña el nuevo diseño de las etiquetas, las mariposas, alegres, multicolores, surgen del interior de una bodega, como una esperanza de frescura y buenas sensaciones.

Finca Nueva Viura 2021 Fermentado en Barrica, es un vino que, ya de entrada, nos demuestra el buen hacer de este winemaker, que deja claro lo bueno que está un vino blanco de Viura cuando se le sabe extraer a esta uva lo que de verdad lleva dentro. Aromático, con frescura. 

Pero si el blanco me gustó, qué decir del Finca Nueva Rosado 2022, un precioso color para un vino elaborado con un 60% de Tempranillo y un 40% de Garnacha. Untuoso, goloso, con fruta roja fresca. Ya saben mi cruzada por los rosados de calidad, y este lo es.

Los vinos de Finca Nueva son vinos frescos, divertidos, fáciles de beber, de gran calidad y de precios asequibles, para disfrutar en cualquier momento. Seguimos con los tintos. Finca Nueva Crianza es uno de los tintos de precio medio de Rioja que más me han gustado en los últimos tiempos, fresco, con fruta, siempre en los vinos de Miguel Ángel, con roble francés, elegante dentro de su alegre frescor. Precisamente 24 meses de barrica tienen su Reserva 2014 y el Gran Reserva 2010, ambos con una misma línea: carnosos, sabrosos, vivos, con unas notas de maderas nobles que subrayan magistralmente una fruta madura; el Gran Reserva se mantiene hasta 10 años en botellero antes de salir al mercado, lo que hace de él ahora un vino redondo, sedoso, de pulidos taninos, pero donde la fruta y el frescor están presentes.

Después de este magnífico pórtico, pasamos a los vinos de la línea Allende. Comenzando por un Allende Blanco, goloso y con cuerpo. Y un sorprendente Allende Rosado, con la misma pareja de varietales que el rosado de Finca Nueva, pero con 30 meses de barrica ¡!, atípico, jugoso, con una sensación licorosa de sabrosa fruta roja.

Allende 2015 es un tinto muy serio. Tempranillo sin filtrar ni clarificar, con 14 meses en roble francés, es redondo y untuoso, con una fruta fresca y una tipicidad riojana indudable, está, para mí, entre los cinco mejores crianzas de Rioja.

Desde aquel reportaje echo en Briones, se van a cumplir ahora 5 años, no probaba los vinos de pagos concretos creados entonces por De Gregorio. Dos vinos que siguen fielmente los principios fundamentales de la filosofía vinícola de Allende, “el vino se hace en la viña”, el respeto al terroir, como él mismo dice: “el vino es lo que mejor refleja la identidad y singularidad de una tierra”. Mingortiz 2016 procede de un viñedo plantado en 1964, tierra arcilloso calcárea, de donde nace un tinto con una tremenda personalidad, muy estructurado, algo tánico todavía, un vino para guardar y verlo crecer. Gaminde 2016, viñedo de 1942, una tierra más arcillosa que nos dona un vino con matices balsámicos y de monte bajo, con frescura, de recuerdo largo y profundo donde hay también notas minerales.

Voy terminando, ya hablé de la magia de Mártires, un blanco que es mi debilidad, lo reconozco. Pero qué placer Calvario 2012, un tinto oscuro, elegante, sabroso, redondo, que aúna de manera magistral la potencia y la elegancia de los vinos de Finca Allende.

Por último, un grande de España, Aurus 2015. Reconozco que este vino me emocionó. Un 85% Tempranillo y un 15% Graciano, procedente de cepas de más de 60 años del entorno de Briones, con poda en vaso, en suelos franco arcilloso con abundantes gravas y piedras. Crianza de 24 meses en barricas nuevas de roble francés. Embotellado sin filtración ni clarificación. Un gran vino de guarda, que te deja un recuerdo largo, persistente, elegante. Con este grato recuerdo dejé a Miguel Ángel con sus quehaceres, espero que el próximo reencuentro no se haga esperar tanto.  

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