Los mejores vinos de España según la Guía Peñín

Se ha celebrado en el Pabellón 12 de IFEMA Madrid, los pasados días 13 y 14 de Noviembre, el XXIII Salón Mejores Vinos de España de la Guía Peñín. En un día y medio realmente de exposición, los visitantes hemos tenido la oportunidad de conocer, si daba tiempo y el cuerpo aguantaba, los en torno a 2.500 vinos presentes en las 285 mesas de cata, con 400 bodegas en total.

Un maratón vinícola que, para los que no frecuentan el mundillo, puede dar que pensar sobre la lucidez con la que acaban los catadores, nada más lejos de la realidad. La inmensa mayoría de los presentes transmite rigor profesional, curiosidad enológica y una mesura en el beber digna de la difunta reina de Inglaterra, que en paz descanse. 

En las mesas donde se alineaban las botellas de vinos solo estaban presentes, en teoría, los vinos puntuados en la Guía Peñín con más de 90 puntos (sobre los 100 máximos posibles). Esto de las guías y los premios ya saben, se los dan a los que se presentan, obviamente, así que si alguno echó de menos algún vino o bodega que debería estar, es que dicha bodega no  presentó sus vinos a la Guía o no obtuvo las calificaciones mínimas. Con todo, el prestigio de esta guía española y el de su fundador, el mítico gurú del vino, José Peñín, hace que la exhaustiva nómina de los presentes seduzca a cualquier incondicional del mundo del vino. Es por ello que por allí viésemos, no solo algún famoso aficionado, como Romay o Paco Bullo, sino profesionales tan mediáticos como el simpático “Wineman”, Joaquín Gálvez, que nos adelantó alguna sorpresa para las nuevas temporadas de su ameno programa televisivo.

Las mejores copas para los mejores vinos
No les voy a hacer una relación exhaustiva de los vinos catados, pero sí señalar algunas cosas que me parecen relevantes. La primera de ellas es constatar algo que parecerá una obviedad pero que no lo es, la mayoría de las bodegas de prestigio siguen haciendo grandes vinos. Me parece perfecto, siempre digo que lo bueno es la diversidad y que haya de todo, la proliferación de vinos “naturales”, “ancestrales”, “veganos”, las crianzas en tinaja, la recuperación de variedades autóctonas, todo eso suma, pero no deja de ser cierto que los digamos “grandes clásicos” están ahí para seguir demostrando que, al final, son los grandes reyes de las cartas de los mejores restaurantes y las mesas más pobladas de la muestra.

En la línea de lo anteriormente expuesto, algunas breves pinceladas. Saludé a Jesús Sastre de Bodegas Hermanos Sastre, que me dio a probar la última añada de Regina Vides, que vinazo madre mía, también su mítico, Pesus. Otro botón, el nuevo Cuvé Palomar de Abadía Retuerta, que alarde de elegancia. Y si de estilo y elegancia hablamos, Aurus, de Finca Allende, un sueño de vino, sin olvidar el nivelazo de su Calvario. En su línea de excelencia, bodegas como Muga o Pago de los Capellanes, por ir de Rioja a Ribera. Por supuesto los Pingus, el de 100 puntos y el Flor de Pingus

Menos clásicos pero muy a tener en cuenta, los vinos que está elaborando Baigorri, cada vez de más nivel. No perder de vista tampoco las cosas que está haciendo el enólogo, Chus Ortega en Milvus. Una histórica de Cigales, Bodegas César Príncipe, presenta vinos estimables, como también el Más la Plana de la Familia Torres, el Cabernet Sauvignon más emblemático de España.

Menos blancos quizás que tintos. Obvié los generosos, por conocidos, pero no me pude resistir a los espumosos catalanes, que grandes vinos, comenzando por una edición especial de Albet i Noya, su El Corral Cremat, un alarde de finura y frescor. En su línea de altísimo nivel bodegas como Gramona, Recaredo, Raventós i Blanc o Torello, y que placer recordar mi periplo por aquellas tierras en aquel reportaje donde visité todas estas bodegas, fue en 2019.

Curiosidades, como un Rueda que intenta recuperar la esencia de la Verdejo clásica, Pindal, o una Godello de Monterrei, O con da Moura de Bodegas Martín Códax, o el Albariño de Granbazán, Veigalobos. Y si de singularidades hablamos, un dorado de Rueda con décadas de añejamiento, servido en pipeta a la copa desde la damajuana donde reposa.

En fin, el XXIII Salón Mejores Vinos de España de la Guía Peñín es cita imprescindible para todos los que amamos la cultura del vino, que se nos queda corto ese día y medio de apertura, aunque entiendo lo cansado que para bodegueros, que quieren en esta ocasión estar a pie de mesa en la mayoría de los casos, es un maratón expositivo como este.

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