Carmen Viejo 58. Beber Chanel nº 5
Carmen Viejo 58 es beber gloria bendita, una expresión castiza que es la primera que me viene a los dedos con los que tecleo recordando este elixir de los dioses que habitan en ese triángulo mágico, oceánico, litoral, que forman el Coto de Doñana, la desembocadura del Guadalquivir y el caserío blanco y luminoso de Sanlúcar de Barrameda.
En la copa tenemos un líquido color oro viejo brillante. En
nariz unas elegantísimas notas a Manzanilla Pasada, con una suavidad extraordinaria,
hay notas sápidas y recuerdos de velo de flor. En boca es untuosa, como un
Amontillado elegante y salino, sanluqueño. Denso, salino, flor, salmuera, mar…
Es difícil estar satisfecho con una descripción escrita, faltan las palabras,
hay que probarlo, de verdad, hacía mucho que un vino no me impactaba tanto.
Carmen Viejo 58
es una Manzanilla espectacular, no exagero. Toma el nombre de la casa
fundacional, en el Barrio Bajo de Sanlúcar de Barrameda, de una de las bodegas
familiares más antiguas de España, Delgado
Zuleta, cuyo origen se remonta a 1744, camino de los 300 años, nada menos. Un
edificio que compaginaba vivienda y un peculiar casco de bodega con techos
bajos en una cava subterránea que proporcionan al vino unas condiciones de
humedad y temperaturas suaves y estables para la crianza viva e intensa del
vino.
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